El Rincón de Mariano

Tuvimos una mala experiencia. Preguntando por los alérgenos que llevaban las rabas el señor, imagino que Mariano, cogió la bolsa para mirar los ingredientes y darme una respuesta. Al verlo la señora de la cocina le dió un tirón de la bolsa diciéndole que qué estaba haciendo. Le dijo que había preguntado por los ingredientes y me lo estaba mirando, a lo que la “señora” le contesta no tienes que enseñar nada.
Mi cara de situación tuvo que ser espectacular y la mala sensación increíble. A parte de no acomodarnos bien en ningún sitio del bar, como sin querer atendernos. Muy mala experiencia y mucha falta de respeto a las alergias.
La camarera con cara de circunstancia intentaba suavizar la situación pero realmente fue un horror.
De precio … caro para lo que se comió.

Poca higiene del local, trato muy distante. La comida toda del super y a la freidora.
El precio elevado por lo servido.
No recomendable para tapas.
Dos estrellas porque los combinados parecian buenos.
No recomiendo hacer tapas

Fuimos un día de mucho calor y terminamos almorzando dentro, aunque solo disponen de un par de mesas; es más un lugar para tomar algo en la barra. En la terraza solo tienen 4 mesitas. Lugar chiquitito pero comida muy rica. La ventresca con pimientos estaba mmmmm…. Ventresca, pimientos caramelizados y tomates. Unos sándwiches muy ricos!! Lo recomiendo!

aunque pequeño , es un agradable local con buena comida y bebida . buen trato y buen ambiente, cosa que es muy importante . sin ningún problema con que te traigas a tus familiares de 4 patas . siempre que paso par aquí paro a pasar un buen rato. no le doy cinco estrellas porque la perfección no existe , igual de absurdo e injusto me parece quienes dan una.

Vinimos a comer al Rincón de Mariano de paso por Liérganes. Nos llamó la atención que el local no está muy cuidado por dentro, aunque suficiente para algo rápido y sin amor…

Pedimos unas medias raciones de croquetas que no eran caseras pero aceptables, quizás un poquito aceitosas. También unas patatas 3 salsas que no nos gustaron nada (ketchup, mayo y picante) ya que parecían congeladas. Por último media ración de callos que estaban ricos.

En general nos dio la sensación de un lugar algo descuidado y con poco mimo.

Mala experiencia.
Pedimos unos langostinos a la plancha y nos ponen unos langostinos congelados que como mucho le han dado vuelta y vuelta en una sartén para calentarlos.
Dentro imperaba el desorden y el humo de la cocina campaba a sus anchas creando un ambiente, cuanto menos, poco saludable.
Y simpáticos, lo que se dice simpáticos, tampoco son.
Prescindible.

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Entramos a las 9:50 de la mañana para desayunar y nos dice que acaba de abrir y que está limpiando. Nos vamos. Damos un paseo por el pueblo y volvemos a las 10:30, cuando ya tiene algún cliente dentro. Volvemos a pedir para desayunar (hay un cartel en la puerta que pone que da desayunos hasta las 12:00) y nos dice, de malas maneras y con cara de vinagre que está ya preparando pinchos y que no nos va a preparar nada. Vaya, parece ser que Mariano tiene pocas ganas de trabajar o que sólo te atiende si eres lugareño. Afortunadamente, hay buenas opciones para desayunar en el pueblo (Las Hijas del Pez, La Puerta del Sol, etc.) donde te atienden sin que tengas la impresión de que te están haciendo un favor. No perdáis vuestro tiempo en ir, lo mínimo que se le debe de pedir a la hostelería, como a cualquier gremio, es profesionalidad y buenos modales.

Buena relación calidad-precio. La atención es verdad que cuando son 1 o 2 camareros se estresan pero es entendible el estrés puntual en la hostelería por lo que no lo tengo en cuenta. Es cierto que cuando se incorporó una tercera camarera todo fluyó perfectamente e incluso sacaron croquetas para todos los clientes. La hamburguesa muy recomendable.