Recuncho Mariñeiro

El restaurante está muy bien, comimos dos adultos y un niño dentro. El espacio no es muy amplio pero se está cómodo. La decoración es de estilo marinero.
El local estaba casi lleno pero nos atendieron rápido y la comida salió también muy rápida. Pedimos unas croquetas, tortilla y arroz con pulpo (supuestamente en la carta pone para 2-3 personas, pero diría más bien que es para 4) y todas las raciones muy generosas. Nos sobró comida y nos la dieron para llevar. De precio normal, no es un sitio caro.

Fuimos cuatro comensales y esperamos poco tiempo.

Nos encantó las zamburiñas y el aliño de patatas.
Para los que no le gusta el marisco hay bastante variedad, quedamos encantado y con muy buen sabor de boca, aunque por tierras gallegas en poco sitios se come mal.

Muy recomendable

Después de conocer Baiona, entramos a comer algo y bueno, no es para tirar cohetes, salimos un poco desilusionados con el menú. La ensalada era terriblemente dulce, solo aliñada con ese caramelo de vinagre que no nos gustó nada, un simple ensalada que se la espera fresca y ligera y con tanto azúcar ya de ligera tiene poco. La fideua bastante regulera. Un poco de chasco ya que en 15 días que estuvimos por Pontevedra, este fue en el que peor comimos. Por lo demás, el trato fue agradable y el servicio bastante rápido.

Está en el centro de la calle de las tapas. El tiempo de espera fue minimo. Raciones amplias. Los pimientos del piquillo rellenos de marisco diferentes a todos los que he probado hasta ahora. Muy recomendable!!

Restaurante muy bonito y con encanto, atención de 10 por parte del personal, y comida espectacular y abundante, pedimos medias raciones de chipirones y pimientos de piquillo rellenos, y parecían raciones enteras, estaba todo buenísimo, y las croquetas se nota que son caseras.

El restaurante está situado en una de las zonas más bonitas de Bayona. Casi todas las mesas (altas) están en la calle rodeando al restaurante. Las tostas (cualquiera de ellas) estaban buenísimas. Sin embargo, pedimos tortilla de patata y estaba casi incomible, sin sabor, seca y semifria. Encima tardaron mucho en traérnosla. Tanto que ya decidimos ir a pagar y preguntamos por ella. Fue un camarero a la cocina y nos dijo que sí estaba hecha (40 minutos después de haberla pedido). La pagamos pero no deberíamos haberlo hecho. El servicio al principio muy bien pero en cuanto les llega gente se ralentiza muchísimo. Raro con la cantidad de camareros que tienen….

Las raciones son abundantes, y una atención y rapidez en en el servicio muy buena también. Recomiendo la tabla de quesos gallegos y por supuesto las zamburiñas.

Deliciosos los platos. Precios razonables. La atención podría haber sido más esmerada.