Restaurante El molino del Puente - Biodurcal

Restaurante ubicado bajo el antiguo puente de Dúrcal. Posee comedor interior y otro exterior acristalado, en donde comimos y en el que te encuentras en plena naturaleza. Fuimos en las Jornadas de Comida Mozárabe . Fue a menú cerrado , todo exquisito . Para repetir sin duda alguna.

Espectacular!!!!!

Un sitio encantador con una oferta gastronómica increíble y una atención al detalle.

El lugar es una maravilla, rodeado de vegetación, con mucho sitio y diversos animales para que los más pequeños puedan estar tranquilos y entretenidos. Todo muy limpio.
La comida de 10, con una presentación digna de mencionar.

Celebramos allí nuestra boda y todo salió a pedir de boca, gracias a Lucía que nos asesoró desde principio a fin y a María que nos aguanto en todo momento con una sonrisa, todo salió estupendamente bien y desde los invitados hasta los novios, quedamos gratamente satisfechos con el servicio.

Sin duda se nota que son grandes profesionales del sector y se ve reflejado en el servicio que prestan.
Sin duda lo recomiendo al 100%.

Es uno de mis restaurantes favoritos en Granada. Por su entorno de naturaleza que trasmite paz, por su gastronomía (todo lo que he probado siempre me ha gustado,sobre todo el menú del día y menú degustación, más que la carta).
Tiene un parque para los niños, animales, vegetación… zona exterior en verano preciosa( pero siempre está bien echar una chaqueta ya que al estar al lado del rio suele ser fresco).
El personal es amable y atento. Tiene aparcamiento propio.
En verano vamos mucho, os dejo fotos de todos los platos que he ido probado y TODOS me han gustado.
Calidad / precio buena.

El entorno no puede ser más tranquilo y bonito, naturaleza pura. Nos atendieron con mucha simpatía, atentas y profesionales. La comida ya fue lo qué me obligará a regresar, todo delicioso.

Un trato espectacular y una comida fantastica; ideal tanto para sentarse a comer como para tomar algo; un entorno natural y a la sombra, fantastico en verano. Imprescindible.

Estuvimos hace una semana y hacía bastante calor a mediodía. Echamos de menos los aspersores de la terraza. Pedimos el menú degustación (éramos 3 adultos y dos niños). Notamos que el servicio fue algo lento (llegamos a las 14:15 y terminamos a las 17:15) ya que los platos se hacían de rogar. Los entrantes bastante buenos. No obstante los platos principales fueron algo flojos. No obstante, os recomiendo probarlo. Los platos de los niños eran generosos.

Solo disponen para reservar en la explanada de fuera del restaurante que debido al entorno y a la presencia de animales tiene bastantes mosquitos.

Mal y lento servicio no habiendo prácticamente nadie más como clientes.
Tras recriminar dicha situación a la encargada, la situación se vuelve peor aún, con mala educación por parte de los camareros y haciendo gala de escasa profesionalidad.

Pero lo peor de todo llega al probar el agua. Ácida, con sabor a bicarbonato.

Ante esta situación pedimos la cuenta.

Pagamos todo lo servido hasta ese momento y nos vamos sintiéndonos mal atendidos y servidos. No volveremos más.

Un consejo: cuando vayáis, prestad atención al agua, va en botella de cristal pero rellenada!! .

Comimos en el jardin del restaurante en un ambiente muy agradable. El menú exquisito y el servicio de camareros perfecto.