Huerta del Mayorazgo

Un lugar distinto. Con bonitas vistas al pantano de Guillena. Con respecto a la comida: casera, variedad y atienden rápido. Destacaría los arroces, las croquetas de pollo, la chacina y los filetes empanados para los más peques. Un lugar para ir en familia y recomendable.

Un entorno rural sencillo y agradable. Una casita de campo en la cima de una pequeña loma con vistas al paisaje típico de la zona. Con mesas en el interior y terraza. Comida casera y típica andaluza. Un servicio amable y eficiente. Suele estar muy concurrido, conviene reservar.

Restaurante rústico a pocos kilómetros de Sevilla. Es un local modesto, con un buen servicio de camareros y una comida de excelente calidad, el lomo de venado que comí, de los mejores que he probado. La caldereta está buenísima y no os perdáis el paté de perdiz, porque está exquisito. No le doy 5 estrellas porque el local no es para nada atractivo, y creo que respetando el entorno que tiene, una decoración e infraestructura mejorada es necesaria.

Para empezar el servicio nefasto, te avisan para que estando en mesa sentados vayas a recoger los platos.
Lo sirven frío y un plato de solomillo (pedimos uno ibérico y otro al whisky), de 14 euros no puede venir recalentado, en trozos finos que parecían láminas de papel y quemados.
No lo recomiendo en absoluto

Para no repetir, arroz cardoso de verdad más caldo que arroz por un precio de 48€ para 4 personas que coman poco, para remate los platos cortitos no, lo siguiente por el precio que tienen los platos. Nos gastamos una pasta y nos fuimos con hambre. Y por último revisen el ticket por sia caso hay lo dejo.

El servicio de este restaurante no puede ser peor. Estaban desbordados, teniendo una previsión de tener la sala reservada al completo. Poco personal y con ningún conocimiento. Esto es muy común últimamente, montar un restaurante porque la hostelería es muy rentable, sobre todo xq parece que cualquiera puede ser camarero... cuanto más guapa sea mejor, lo de ser profesional no importa, si total es para apuntar comidas y llevar platos... eso lo hace cualquiera.
Encima hoy hemos tenido la suerte de que se ha estropeado la plancha, y el secreto ibéricos nos lo han hecho en una sarten, superpasado, con una notable merma en la cantidad de la ración pero por supuesto en el precio no se ha visto reflejado ninguna de las dos cosas. El último plato iba a ser una caldereta de venao y cuando ya nos habíamos comido el resto (secreto tieso incluido) nos dice que no le queda.
UNA AUTÉNTICA DECEPCION!!!.

Decepción total,pedimos arroz con carrillada y sabía a avecrem aguado,para 4 personas 48 euros,los platos muy cortitos,descoordinación en la cocina y la cuenta engordada en 21 euros. Pagamos por servirnos nosotros mismos y por estar en una mesa al sol.
Deberían mejorar el servicio(contratación), el trato(no asumen críticas)y la calidad.

Un restaurante típico de campo, rústico estéticamente, el personal es amable y rápido,
Probamos solomillo wiski, secreto, caldereta de venado, ensalada mixta, croquetas de pollo, revuelto de jamón y gambas, revuelto de chorizo, solomillo mayorazgo y presa, en general todas las carnes estupendas y muy buenas echas en su justo punto, la caldereta de venado y la presa fue lo que mas gusto en la mesa, lo único es que la carne viene troceada digamos en medallones y las piezas no son enteras las raciones se quedan cortas al no estar la pieza entera de carne, el lugar y la zona está ubicado en un sitio bastante bonito lo peor la falta de aparcamiento que tiene pues hay que dejar el coche en el arcén de la carretera, la ubicación aconsejo guiarse por la travesía que atraviesa el pueblo si no les mandará por carriles perdidos de la nada
Lo aconsejó sin duda, 👍😎