Restaurante La Capilla

Un lugar muy acogedor, un servicio a la altura. Al ser uno de los comensales alérgico al marisco y pescado, ofrecieron platos alternativos que no estaban en el menú del día, con el fin de satisfacer la estancia.
La cerveza de barril es Alhambra, y de sonido ambiente suena flamenco. Detalles a tener en cuenta.

Basado en la filosofía de sus "antecedentes" y coetáneos establecimientos, predomina la calidad de sus Productos y la base en la cocina tradicional con vinos ricos del Somontano e interesantes toques de vanguardia.
Calidad y Cantidad.Servicio correcto.

Bueno, lo buscamos a través de Google Maps, y tenía buenas críticas...y tenían toda la razón y más...fuimos 10 y todos pedimos menú del día, que consistía en un primero y un segundo, vino, pan y postre y toda la sidra que quisieras tomar por solo 16 euros...al menos diez opciones para primero y otras tantas para segundo y postre...y no había una mala...al ser tantos pedimos muy variado y todos los platos espectaculares...no me puedo imaginar una mejor relación calidad- precio...y encima un servicio eficaz y muy agradable. Me siento feliz. Volveremos muchas veces.

Hemos comido el menú. Son 30€ muy muy merecidos. Los tres entrantes muy buenos y abundantes, especial mención a los garbanzos con bogavante. Para el segundo plato ya casi no teníamos hueco. Pero igual que lo anterior, muy bueno. Los postres igual, repetiremos seguro cuando pasemos por Huesca.

Sitio acogedor buen servicio y buena calidad-precio.
El huevo de chocolate, increíble.

Local un poco pequeño y mesas demasiado juntas. Raciones muy abundantes y productos de muy buena calidad y buen sabor. Fuimos porque no encontrábamos lugar donde comer y salimos muy contentos, volveremos.

Una comida de calidad con excelente presentación, una música andaluza excesivamente alta, un servicio correcto y amable, un precio moderado (menú de 18€), una temperatura algo baja (18*C). Lo compensa todo, con creces, la calidad y presentación. Recomendable.

Tienen el detalle de sacarte una croqueta por persona para la espera, unas arbequinas y pan con tomate y tres tipos de aceite a elegir.
Las raciones son muy generosas y los productos de calidad.
El único pero es que cuando entramos no había nadie para recibirnos y esperamos más de 5 minutos a que saliera alguien. Sólo había una camarera.
Aún así, para repetir, sin duda