Bar Vuelta y Vuelta

Hemos cenado ya cuatro veces aquí, se ha convertido en uno de nuestros restaurantes favoritos. Es aconsejable reservar en fin de semana, ya que no hay muchas mesas y la gente ya se ha dado cuenta de lo bueno que es. Todo es impecable, el servicio, el ambiente, la oferta gastronómica y la selección de vinos. Normalmente nos sale la cuenta para dos personas por alrededor de 70 €, con postre incluído, saciados y con una sonrisa, porque cuando se come tan bien y se está tan a gusto, merece la pena invertir el dinero.

Una carne a la brasa deliciosa y postres caseros. El servicio es atento y agradable. Una decoración moderna e informal.

Todo estaba buenísimo, la tarta de queso espectacular y el trato muy atentos e inmejorable .

Buen servicio. Comida muy rica . Aunque algo cara en relación calidad/precio

Cocina de calidad. Espacio agradable. Buen servicio.

El ambiente es muy bueno. La decoración me parece muy acertada y acogedora.
La carta no es muy extensa, pero ofrece alternativas. Yo la alargaría un poco, pero puede ser sólo mi opinión.
La atención es buena, queríamos un carajillo que al final no ha podido ser que yo creo que ha sonado a excusa...
Lo que menos me ha gustado es la hamburguesa. Aunque la carne era buena, no se debería poner con un pan tan malo. Se cuarteaba. Desmerece totalmente lo que llevaba dentro. Se lo hemos dicho a la camarera, pues creo que esas cosas han de saberse, a ver si lo mejoran...
En la relación calidad precio, me parece caro por lo que he expuesto. Tampoco han tenido ningún detalle después, cosa que hubiera sido de esperar...

Un lugar céntrico, bien decorado y con estupenda música de los 70 para comer al mediodía un menú interesante y casero a un precio razonable ( menos de 15 euros con pan y bebida incluida). Especialidad en carnes a la brasa. Buen punto y sabor. Tierna y jugosa ( con jugo de carne de su propia reducción) estaba la ración de secreto de cerdo de Teruel. Postres también caseros. Un restaurante a tener en cuenta para carnes.

Bar Restaurante de cocina sofisticada cuyo plato fuerte son las carnes a la brasa preparadas en horno de leña -no lo he visto- y los postres que salta a la vista que son caseros. El menú del día son 15€ y puedes elegir entre tres primeros, tres segundos y dos postres. Cada semana cambian el menú. El servicio es atento pero la cocina va lenta y más si tenemos en cuenta que sólo estábamos cuatro comensales donde calculo que había mesas para unos 26. El primer plato correcto, normal. Las carnes excepcionales y el postre muy bueno. El menú incluye agua y una copa de vino o cerveza pero no el café que era bastante bueno. En general es un sitio correcto con productos de calidad y originales y un precio acorde, si bien podrían ser un poco más rápidos y un pelín más generosos en las raciones y el vino.