Restaurante Diamó

Es un lugar muy recomendable para comer o cenar, la calidad de los productos es excelente y el servicio inmejorable, muy atentos a los detalles y al correcto servicio en mesa.

Comimos bien la verdad ,sobre todo el ternasco muy noble y jugoso eso si su versión de crema catalana flojita

Comimos de maravilla, no dejeis de pedir la ventresca de atún con pimiento, local precioso y personal muy atentos y amables, precio correcto.

Situado en un pequeño pueblo, un restaurante con una carta muy elaborada, buena y de calidad. El personal es muy atento y amable, la decoración es preciosa, de diseño. Sin duda repetiremos!

Buen restaurante, comida muy buena.
El servicio excepcional.
La carne exquisita.
Terraza muy amplia.
Siempre que se viene a Castejón de Sos hay que hacer una parada aquí.
Recomendable.

Pedimos de primero potaje de la zona. Tardaron más de 20 minutos en traernos una especie de sopa aguada insípida con cosas. Las judías estaban algo duras y la morcilla tenía todo el sabor, como si no hubiera cedido nada al potaje. Era como si lo hubieran hecho deprisa y corriendo en el tiempo que estuvimos esperando. Las últimas cucharadas supieron mucho mejor. De segundo pedimos pescado (bacalao y rodaballo). Tardaron también más de 20 minutos. Aunque los platos no estaban mal, no merecía la pena pagar 20€ por ninguno de los dos. Dada la experiencia, no pedimos postre. Cuando nos preguntaron qué tal todo y les dijimos lo del potaje, tuvieron la decencia de no cobrarlo (de ahí 3 estrellas y no 2). Cuando entramos, en la zona del bar, había mucho olor a fritanga (un grupo de alemanes estaba tomando una ración de calamares, de las malas), nos sorprendió mucho ver ese tipo de raciones (en plan "Bar Pepe"), en un restaurante que intenta aparentar algo más. Otros platos que vimos salir, todo hay que decirlo, tenían buena pinta.

En el valle de Benasque, en la población de Castejon de Sos , encontramos esta joya culinaria, donde en un perfecto equilibrio la tradición y la vanguardia caminan juntos de la mano.

Con una innovadora decoración y una excepcional terraza, hallamos una cocina de temporada y proximidad, con platos típicos de esta zona del Pirineo Aragonés.

Una carta elaborada y una gran propuesta gastronómica que no pasa desapercibida.

Destacar unos entrantes fantásticos, tanto la ventresca de bonito como las vieiras.
Una paletilla de cordero cocinada a baja temperatura excepcional, que se deshacía en la boca.
Y como postre hay que mencionar la cuajada de leche de oveja, que era un puro espectáculo, creo que es la mejor que he probado en la vida.

He estado comiedo hoy y la verdad valoraria el sitio como excelente.
No he comido en los alrededores nunca mejor que aqui.
Para empezar el comedor muy elegante y acogedor.
La atencion del personal correcta y muy amables en todo el momento.
La comida..... impresionante, para empezar canelon relleno de setas, buenisimo, sabia un monton a boletus, muy bien elaborado y un sabor increible.
Seguido un pulpo de caerse patas arriba, siento de la costa jamas he comido algo parecido, le daria un 10 de 10.
La paletilla de cordero hecho a baja temperatura al horno excepcional, muy sabroso con patatas panadera.
Despues steak tartar de vaca del valle, estaba muy bueno tambien y para terminar una mousse de limon muy cremoso.
Siempre que volvere al valle no dejare la oportunidad de pasar por este sitio.
INMEJORABLE