Restaurant Braseria SEGLE

El típico restaurante de hace 30 años. Misma decoración. Calidad precio del menú bien. Pega: si el menú incluye bebida; vino y agua; no tiene sentido que si pides un refresco te lo cobren. La opción de café en lugar de postre no te dan opción .

Íbamos tres y nos pusieron la misma bebida que para una persona. Cuatro rodajitas minúsculas de pan para los tres. La comida aceptable. Me dió la sensación de dejadez por lo antiguo que parece, sobre todo los lavabos, que el olor invitaba a no entrar en ellos .

Restaurante tradicional y con estética antigua. Nos sorprendió la gran calidad de sus platos, rapidez y amabilidad del personal. Muy buena elección!

Siempre que voy a Tremp como aquí, Buenos platos, calidad excelente, y la carne a la barbacoa de leña està bueníssima. Calidad precio inmejorable

Pongo una estrella por el cocinero que al parecer también es el jefe.
Fuimos especialmente para probar los caracoles que según decían eran uno de los mejores y como soy una experta en caracoles quería probarlos.
Para empezar el camarero no tenía experiencia nos abrió la botella encima de la mesa y como si no el corcho se le rompió dentro y a beber vino con trocitos dentro de la botella.
Bueno no pasa nada al menos era una persona humilde y no hemos dicho nada.
Luego nos trae los caracoles y para mi sorpresa estaban crudos y no se podían comer lo he intentado pero no había manera, así que llamé al camarero y me dijo te los pasaré jn poco más en el horno y yo vale...
segundo intento y nada era imposible los caravlmes estaban horriblemente horribles, imposible comercelos me pobre 5 y el sabor no estaba mal pero al ponerlo en ma boca hacia u sabor malo y encima crudos.
Terminamos la cena ...bueno mi pareja porque yo ko he cenado...pedimos la cuenta y para mi sorpresa me han cobrado los caracoles y le digo a la señora rubia que como me iba a cobrar los caracoles crudos y malos si ni había tocado y el camarero los retiro pidiéndome disculpas.
Ella me empezó a co testar con mala educación que los caracoles estaban buenos y que ella los había comido u día antes,y que ella era una mujer exigente y que estaban muy buenos, nosotros le hemos dicho señora mira nosotros hemos venido desde salou solo para probarlos y no es la primera ves que co.emos caracoles y esta horrible no se puede comer.
Y una ves más una mala educación por parte de la señora,mi pareja dijo llama el jefe y ella dijo yo soy la dueña y dijo que esta bien y no voy a perder dinero porque a tu señora no le guste los caracoles.
Le digo señora no he dicho que no me gusten he dicho que es imposible comerlos así de mal como están y vuelvo a repetir he probado caracoles en toda España y fuera,así que no soy principiante. Mi pareja le dijo pues tenemos dos opiniones o no nos cobres y lo dejamos aquí o ponemos una crítica en todos los sitios y una hoja de reclamación.
Y la respuesta de la señora fuera pues hazlo me da igual.
El cocinero muy majo dijo pues déjalo no les cobres y se acabó y ella no no no que yo no voy a perder dinero. Por cierto unos miceros 12€ lo que costaban. Y el señor otra ves intentando apaciguar la situación dijo no les cobres y ya está. Ella dijo pues hazlo tú porque yo no lo haré y caerá en tu espalda.
El señor muy amablemente vino a caja y nos hizo otra cuenta y no nos cobró los caracoles.
Total si esa señora no hubiera sido mal educada desde el principio y no fuera tan prepotente hubiera pagado los 12€ pero como nos trató así de mal pues no salí de ahí sin arreglar eso.
El local carece de muchas cosas y una de ellas es un buen atendimiento y experiencia de los camareros porque a muchas mesas regresaba 2 veces a preguntar si era eso lo que havian pedido o decir que no había cosas cuando había dicho que si había.
Es un local donde ko vamos a regresar y a todos mis seguidores y amigos o personas que me preguntan si es bueno les diré claramente que NOOOO.

Calidad y variedad increíbles. Brasa a diario (codornices, conejo,…) y caracoles 🥳
Si quieres comer en 20 minutos mejor otro sitio, lo bueno hecho al momento requiere paciencia 😉

Tal y como entramos en el local nos dimos cuenta de que no éramos bienvenidos por no ser catalanes.
Nos ofrecen comer en el patio reiteradas veces a pesar del calor y de tener el comedor vacío.
40 minutos para el primer plato, el cual vino frío y 30 para el segundo, además el camarero nos traía los platos y al preguntarle qué era cada cosa su respuesta fue: tú sabrás!!
Por último los postres mejor ni mencionarlo (adjunto foto del yogur griego casero) además de el feo de decirnos de muy malas formas que el café no está incluido en el menú.

Esta igual que cuando se inauguró allí x el 1973, eso sí, sin pasar ni la brocha en todo este tiempo.
El local es grande, con personal amable ( parece que son portugueses ).
Comimos de menú, y todo casero, menos los postres, y en general fue correcto, pero sin más.
Precio contenido.
Supongo que se va "salvando" pq está a pié de carretera.