Bodegas Emilio Moro S.L.

Es uno de los sitios míticos. Mi valoración se basa solo en que leí que tenían terraza y fuimos a probar a ver si era algo parecido a lo que tienen montado en Arzuaga pero no. Tienen una terraza en la que puedes tomarte algo sin necesidad de realizar la visita a la bodega pero no es lo que me esperaba.
Aún así el sitio es bonito, la terraza es agradable y acristalada con lo cual se puede estar bastante bien. Y el personal muy educado. Los vinos que tomamos me parecieron tirando a caros.
Hay buen aparcamiento.

Una gran experiencia! Me sorprendió mucho, ya que yo no soy ninguna experta en vinos y tenia miedo de no enterarme o aburrirme, pero reconozco que fue interesante y entretenido. El
Equipo de la bodega son muy amables y hacen que la experiencia sea buena para todos los perfiles. Al final del tour por los procesos y la bodega haces una cata de sus destacados junto con un aperitivo. Me sorprendió el Godello, La Revelia y el Zarzal los dos muy ricos! Un buen plan de fin de semana cerca de la capital.

Tenemos un cariño especial a esta bodega y a sus vinos. Por suerte pudimos asistir a un evento especial el pasado 26 de junio en el que pudimos disfrutar de visita a la bodega, degustación con maridaje en el exterior al inicio y comida espectacular al fin de la visita en el restaurante.
Faltan palabras... trato familiar, nunca mejor dicho, parte de la familia Moro nos acompañó en todo el evento.
Cocina imaginativa digna de una estrella Michelin maridando con la mayor parte de sus vinos, desde sus tres Godellos, pasando por el insigne Emilio, hasta los magníficos Malleolus. Un día inolvidable que nos quedará grabado para siempre.
Muchas gracias por crear momentos como este y deseosos de volver a disfrutar de una nueva aventura con vosotros.

Experiencia gastronómica, eso seleccioné para la visita y literalmente eso tuve, letra a letra.

Maravillosa visita de la bodega y la atención y explicación de la guía. Después, el evento ecumbelico, subir al restaurante a disfrutar el menú y la degustación de los cuatro vinos que vienen con la experiencia. La atención, la comida, los vinos elegidos y la explicación de cada uno para su mayor disfrute, hace maravillas de esta visita.

PELIGRO! Te arriesgas a ver la vida con mucho más color y sentirte feliz, además de hacerte fan del vino y del restaurante de su bodega.

Nos ha encantado la experiencia, recomendable la información algo justa pero completa, puedes ver las viñas, las bodegas te explican el procedimiento y luego la cata muy bien explicada con comida y maridaje, muy agradable y amable todo el personal.

Se puede comer allí y lógicamente comprar todos los productos, me parece una experiencia bonita para compartir y conocer mejor la bodegas Emilio Moro, tuvimos la suerte de conocer a Fabiola la nieta de Emilio Moro.

Si estás por la zona y te gusta Emilio Moro muy recomendable!!!

Cogimos la visita con cata de tres vinos Malleolus (Malleolus, Malleolus de Valderramiro y Malleolus de Sanchomartín). Esta opción permite degustar tres excelentes vinos que, generalmente, no tienes opción de catar, bien por su precio o porque no son frecuentes en la carta de restaurantes.
Visita muy interesante, con excelentes explicaciones de viticultura y enológicas de la guía (Belén). Nos explicó muy bien las notas de cata de los tres vinos.
Por otra parte, y aprovechando el consejo de Belén y el sobrante de los vinos de la cata, nos quedamos a comer en el Wine Bar, que tiene una carta interesante. Excelente el pulpo a la brasa y la tarta de queso.
Como sugerencia de mejora, las tapas que acompañan a la cata deberían presentarse según el orden de cata de cada vino.
En resumen, una visita imprescindible para los amantes de la Enología.

Experiencia maravillosa con la visita Saborea Nuestra Ribera, gran trato y concepto.

Muy buen, muy a gusto, muy buena calidad y muy rico tanto la comida como el vino, increíble

Ademas de eso el concepto, vision y mentalidad de la bodega, espectacular también colaborando con numerosas organizaciones ong

Hacía mucho tiempo que quería ir a esta bodega porque siempre me han gustado sus vinos. El día ha sido estupendo, tanto la visita como la experiencia gastronómica. El personal que nos atendió de diez, siempre pendientes y muy profesionales. Una experiencia muy recomendable.