Librería Ancora

De las mejores librerías en las que he estado, la cual en un pequeño espacio, abarca una gran sección de clásicos, poesía, historia... Y uno de sus grandes encantos son Enrique y Elías, gracias por buscar los libros que no encontraba en otro lado, y por organizar todo lo que organizáis. Una librería muy especial que recomiendo a todo el que me pregunta, que apuesta por jóvenes escritores y pequeñas editoriales, una maravilla. ¡Gracias por tanto!

Áncora es una librería imprescindible de Málaga, una joya oculta entre bares que siempre está esperando para ser descubierta. Enrique es un librero estupendo, amable y paciente con un bagaje cultural inmenso y sin la pompa arrogante que por desgracia a veces caracteriza a algunas personas del mundillo. Todo un hallazgo. Recomiendo esta librería completamente.

Librería genial, un trato estupendo al cliente. No soy de Málaga, pero siempre que venga a la ciudad me pasaré por Ancora sin pensarlo.

Una librería pequeña pero muy completa. La atención de Enrique, inmejorable, dedicando a los clientes el tiempo que sea necesario.

Los verdaderos libreros son los que aman los libros, hablan sobre ellos y atienden a los lectores como compañeros de viaje hacia el conocimiento y la belleza. Esto encuentro siempre en Áncora. Larga vida.

He visitado muchas librerías en Málaga y esta esta entre las mejores, es pequeña pero con kilómetros y kilómetros de letras, con ediciones únicas y de los mejores editoriales.
Fui en busca de un libro que en ese momento no lo tenían pero me consiguieron enseguida, y en mi visita he visto más libros de mi interés así que de seguro será mi librería de preferencia.
La antencion de primera.
100% recomendable.
A leer y apoyar a las librerías tradicionales

Fantástica Librería en el Centro Histórico de Málaga, donde encontrar buenos libros, y buenas sugerencias. El trato de Enrique y su profundo conocimiento literario siempre resulta muy estimulante. Muy recomendable!

La tarde del viernes se cruzó en mis días un lugar nuevo, casi mágico, y tan antiguo como la ciudad. Me llevó de la mano Alejandro, mi lector de libros personal. Él pensaba recoger unos libros, nada más. Pero pasamos allí la tarde. Así es Áncora; que no te deja ir.
De este lugar tan grande, en el que caben todos los libros del mundo (y hasta las bicicletas viejas) me fui horas, días, después sin un libro en la mano. Pero me llevé algo mejor: un nuevo amigo, un auténtico librero, Enrique.
Volveré con ganas. Otro loco mas.