Braseria Ripollet

Lugar bonito , para ir al baño hay que subir escaleras Sí no Sí.
La comida es muy muy justa, tanto en el picoteo como en el segundo plato.
5 euros te cobran por una copa de crema de orujo ( que no es bailys) .
Nos habían hablado muy bien del sitio y nos hemos llevado Los 18 comensales una decepción
Cómo vayas en coche para poder aparcar está imposible... Además en Ripollet cierran las calles principales y no puedes pasar ni aparcar,una locura .. aparcas casi a 1km del restaurante

Muy buena atención de las camareras, el dueño tuvo un detallazo y los platos de diez

Excelente servicio y comida, pasamos una noche genial
Muchas gracias Gonzalo

Le doy una estrella porque no puedo darle 0.
Atención pésima, hemos tenido que esperar 1h a que nos dieran mesa a las 15:30, teniendo reserva a las 14:30.
Me parece lamentable, pero eso no es todo.
Pedimos menú, y del primer plato, pido canelones, que te vienen 3 y me ponen 2 porque se han acabado y no tienen más, en vez de avisar que no tienen la ración entera.
Luego con los segundos media mesa hemos pedido secreto, y después de esperar 40 min y nos vienen que se les ha acabado y nos lo cambian por otro plato.
La carne cruda, y las patatas secas.
En el postre, tenia que tener nata , y tampoco les quedaba.
En general, lamentable y super pésimo todo
No volveré más.

Comida buenísima y muy buen precio. Servicio excelente. Totalmente recomendable.

Menú de domingo 19 E.
El primero una tortita de verdura con jamón serrano, no tenía nada de jamón. Los pimientos rellenos buenos. El segundo, la parrillada, fría, un trozito de secreto duro y frío. La chistora y butifarra minúsculas y frías y no me olvido de los 2 trozos de pollo sin carne.
El postre casero nada.
No merece la pena.

Todo bien
Fuimos a festejar un cumpleaños. Local amplio con 2 plantas. Atención buena. Comida correcta. Nos hicieron un menú cerrado bastante correcto de calidad-precio.
Nos pusieron un pica-pica con gambas, croquetas, jamón y queso, micuit que estaba buenísimo, entre otras cosas.
De segundo comí pato que estaba normal.
De postre una tarta un poco floja.

De beber había variedad y cantidad. Correcto!

Siempre se come genial.
Menú variado cada semana, nosotros comimos mil hojas de patata y York, secreto al roquefort y de postre copa de limón con nata completamente casera.
Sin duda volveremos.