Albergue Zendoira

La verdad que de los alojamientos privados con baño compartido fue el mejor. La habitación era luminosa, amplia y con buenas calidades. La cama es bastante confortable y los baños compartidos permanecieron bastante limpios durante toda la estancia. Tiene servicio de lavandería por un módico precio y una zona donde dejar el calzado para evitar malos olores. El ambiente del bar es ideal para conocer a otros peregrinos y el personal encantador. Lo recomendaría sin duda.

Estaba todo muy limpio . Pedí la habitación de matrimonio ya que iba con mi marido la cama de 1'35 estaba muy bien limpia y cómoda . Los baños eran compartidos pero estaban todo el día limpios y son muy bonitos. De los albergues que he visto por el camino este es el que más me ha gustado. Repetiría sin dudar

Estuvimos muy cómodos en este albergue, tuvimos un problema con la reserva pero tanto la chica de recepción como el dueño nos ofrecieron soluciones, al final dormimos en una habitación y no probamos las literas. La habitación era cómoda, lo peor es que se oían bastante las habitaciones de al lado pero tampoco era molesto. el baño limpio y reformado.

Muy cuidada la decoración hasta que llegas a las habitaciones,la habitación más cara de todo el camino para que las sábanas de las camas estén sucias, con pelos, parecía que estaban usadas.
Por la noche hubo concierto en el bar de abajo del albergue hasta muy tarde, no siendo recomendado para peregrinos, también decir que las paredes son de papel y se escucha todo.
No lo recomiendo, jamás volveré.

Habitación pequeña, 2 baños compartidos ( grandes y modernos con ducha grande). Ponen la calefacción a las 8 de la tarde y la quitan a media noche cuando duermes y así no te enteras de cuando la han quitado. Dicen que se enciende sola cuando hay menos de 20 ° algo que es mentira porque cuando estuve hacia 13 ° en el exterior

Las instalaciones del hostal están muy bien y muy nuevas. Nos quedamos en una habitación doble con baño compartido y lo buenos es que había dos baños, lo cual facilitaba el poder ducharse y usarlos sin tener que esperar. La atención en recepción también fue buena. Aunque tarde el ascensor bastante (te lo avisan porque es hidráulico), el que haya la posibilidad es un punto cuando llegas cansado de la etapa. El único pero que le pongo es que está un poco alejado del centro del pueblo y cuando llegas cansado y para poder comer tienes que subir la cuesta, se nota. Aún así, la experiencia muy buena. La carta del bar es un poco pequeña con algún bocadillo y pizza. El bocadillo que cené estaba bueno.

Las instalaciones están bien pero hemos visto una serie de detalles que no nos han gustado nada. Lo primero es que aún estando a 5 grados en pleno noviembre no pusieran la calefacción en ningún momento. No habías mantas. Las sábanas son desechables. La cocina es una auténtica vergüenza. Utensilios, sartenes... etc en un estado lamentable y oxidados. El estropajo que tienen para limpiar los platos debe de llevar allí dos años como mínimo. No había jabón para lavar platos. Ni bolsa en la papelera de la cocina. Por 14 euros la noche en litera no merece la pena. Mejor el albergue de la Xunta. No repetiremos.

Reservamos por Booking y nos costó 12-14€ la noche.
Es una albergue muy recomendado para vivir una "experiencia nueva".
Las camas cápsulas fueron realmente cómodas y divertidas. Nos gustó mucho y volveríamos.