Cafeteria San Bartolome

Situado frente un parque en una zona de poco tráfico, es el lugar ideal para disfrutar con los críos.
Pintxos variados y unas hamburguesas dignas de destacar.
Trato muy agradable por parte de los trabajadores que mantienen el lugar limpio.
En cuanto al gusto musical, he de decir que es excelente aunque no le veo futuro al camarero en el mundo de la música.

Esta muy bien situado parque cerca merendero y el bar está bien para tomar algo en buena compañía

-Estoy en un lugar estupendo, soleado y con aire puro. En el GRAN BILBAO.
-Pintxos a elegir, TODO BUENO.
-Es un lugar añorable, pues era EL AULA EN LA QUE ME EDUCARON DESDE LA INFANCIA, LA ANTIGUA ESCUELA ESO ES.
-Apto para toda la familia. Terraza, UNA PLAZA.
-Buena seleccion musical: MADNESS, THE POLICE, U2, ....

El sitio está bien, los pintxos tb, el precio bien pero no tienen precios de desayunos como en otros lados.

Cafetería agradable con terrazas al aire libre y cubierta. Ideal para café y amigos. El camarero un poco serio...

Un buen sitio para ir a tomar algo con crios, puedes soltar a los niños sin preocuparte, ya que no hay circulación de coches. Tienes el parque con columpios a la vista de su terraza.

Está bien el sitio. Ofrecen bebida, y comida de picoteo.
Me ha llamado la atención el servicio, muy rápido y eficiente; sin embargo, no son simpáticos, aunque sí amables.

He ido muchísimo a este bar a tomar algo, y no se puede decir que los camareros destaquen por su simpatía, van justitos pero sin más, por lo demás todo normal. Hasta hoy, en que casi llego a las manos con un camarero energúmeno mas bien bajito y gordito de ojos verdosos, en el día de la comunión de mi hija. No voy a entrar en detalles, pero es muy de gorrón cobrar una ronda de comida y bebida para 14 personas, y luego echarnos dos veces de diferentes sitios con la excusa de estar cuatro personas en una mesa y el resto pululando por ahí. No le quito la razón en eso, pero hay formas educadas y no prepotentes de decirlo, y desde luego buscar soluciones como sacar más mesas, o al menos abordarnos con un tono normal y no como un auténtico desalmado. Cobrar primero e intentar hasta quitarnos las consumiciones después no tiene nombre. Hay que ser muy poco profesional, además de ir de sobrado.