Cafetería Samovy

Muy buena comida y servicio. Es un negocio de personas que llevan toda su vida dedicado a ello. Pedimos menú, el cocido montañés está delicioso, no quería que se acabase el plato. Buen trato y el más económico de la plaza con el menú a 16 euros. Y pagamos sin problema con tarjeta.

Servicio amable y atento. Pero hemos ración: ensalada bien. La otra peor de mediana cantidad y calidad, esta es una foto de los pimientos rellenos, 8 euros.

Como tienen ustedes la desfachatez de atender una cafetería y reírse de los clientes de la manera que lo hacen. Si no saben trabajar de forma profesional en este negocio, dediquense a otra cosa.
Pedimos dos desayunos:
Dos cafés con un Croissant y una tostada con aceite y tomate. La foto lo dice todo. Una vergüenza! El Croissant aplastado y quemado con sabor a refritos de vaya usted a saber todo lo que pasan por la misma plancha, la tostada de pan con sabor a mantequilla y refritos igualmente con unas tarrinas de plástico el aceite de oliva barato y el tomate de la peor calidad (vaya que les cueste mucho rallar un tomate).
Suerte tienen de la ubicación de la cafetería, porque tanto el servicio como la atención y calidad son pésimas.
Todas las terrazas de esa Plaza son un timo, es una pena la imagen que dan a Comillas.
Pasar de largo, como mucho tomar un heladito en Regma.

En nuestra visita a Comillas paramos a tomar un par de cervezas en esta cafetería. Nada recomendable, por cada cerveza de 20cl nos cobraron 2'20€. Nos pareció muy caro.

Cafetería en medio de Comillas con mucha clientela por la localización, pero la comida y el servicio no se corresponde con lo que debería ser. Los churros de baja calidad y no hechos en el sitio o no hechos en el momento. El día que vivimos el cuarto de baño de mujeres estropeado y las dirigían al de hombres. Un bar de esta categoría no se puede permitir todo esto. Desgraciadamente por la localización están siempre llenos y no se preocupan de dar buen servicio.

Vergonzoso. Nos dijeron que solo tenían el menú del día (16€), siendo un menú bastante normalito. Al decirle que nos pusiera unos bocadillos nos dijeron que no tenían, cuando en la mesa de al lado se estaban comiendo unos. Trato malo, malo.
Por cierto, casi tengo que tirar la ropa que llevaba puesta del olor a fritanga que desprende la cafetería

Estoy leyendo comentarios negativos hacia este lugar, mas nosotros solo tenemos buenas palabras, sobretodo para el camarero que nos atendió, creemos que se llama Vir, un señor con gafas, que nos trató súper bien, y a nuestra nena igual. Sabíamos que estaban a tope (eso parece que a muchos se les olvida), dos y algo de la tarde, día lluvioso un 17 de agosto, muchísimas personas para ver El Capricho de Gaudí y ellos a cien. Nos atendió muy rápido, tanto en sentarnos como en servir bebidas y comidas, y nos avisó desde un primer momento, disculpándose, de que estaban trabajando con raciones y no con menú. Repetimos, normal, la cantidad de gente que había era demasiada. Antes de comentar cosas malas hacia un establecimiento hay que ponerse en su lugar, ver la ubicación en la que se encuentra y todo lo demás, respetar, tener empatía y no exigir. Un detalle que seguro el camarero recuerda, pedimos empanadillas. En un momento dado, vino a junto nuestra y nos avisó de que solo quedaban tres, que habían pedido en otra mesa, pero que nos las traía a nosotros. La comida, vamos a ver, no estamos hablando de un restaurante de lujo, no esperes eso, pero lo que nos sirvieron estaba muy bueno, no necesitamos tener un paladar de rico ¿no? Yo lo recomiendo, agradeciendo una vez más como nos trataron.

Menú por 16€ con buenas cantidades y muy rico y la atención fue buena por parte de los camareros, no entiendo los malos comentarios...