La antigua tahona de Mary Carmen

Fuimos a merendar y a cenar el mismo día y quedamos encantados. Los helados buenísimos y probamos el bizcocho casero de chocolate que estaba tremendo. La cena no fue para menos, la hamburguesa jurdana de las mejores que he probado con un toque diferente, me queda pendiente volver y probar la hamburguesa de la huerta. El trato fue muy cercano y el local es muy bonito.

Un sitio estupendo para desayunar, merendar o cenar. Tiene una terraza interior preciosa además de la exterior y del comedor. Fuimos varias veces y muy bien siempre. La chica que nos atendió es muy maja.

Es un sitio muy agradable situado enfrente del centro de salud. Tiene una zona de barra con tienda de productos de la zona, otra zona de estar con mesas y una terraza. Las hamburguesas y las patatas están buenísimas. Toda la comida es casera y servida con mucha amabilidad. Estuvimos muy a gusto. Gracias.

Hemos pedido un surtido de croquetas caseras y salchichas al vino
Estaba todo delicioso y totalmente casero
Nos ha encantado
Las chicas que lo regentan son encantadoras

Un lugar con encanto.
Puedes ir tanto a desayunar, como a disfrutar de una rica hamburguesa casera.
Personal amable, cercano y familiar.
¡Uno de los mejores lugares que hay en Las Hurdes! 100x100 recomendable.

Volveré pronto.

Hemos pasado por Nuñomoral estos días y hemos desayunado en la Antigua tahona y bien, pero sin embargo cenamos el sábado y nos resulto caro y con unas raciones cortitas, para colmo sin respetar precios de la carta, no estuvieron a la altura.

Sitio bastante tranquilo para desayunar o merendar y especial, teniendo en cuenta que no encuentras algo igual casi que en toda la zona. Como punto negativo, el trato. No me han resultado amables y sin ganas de ofrecer lo que tenían. Para ser clientes que jamás hemos ido, no te quedan ganas de volver.

¡¡NO PASAR DE LARGO!! Buscando un sitio para desayunar nos paramos en la puerta de este "bar" porque fue el primero que vimos. Casi pasamos de largo al ver desde fuera que aparentemente era un bar de pueblo más sin nada especial que ofrecer. Nada mas lejos de la realidad, con solo entrar dentro y dejar que te atiendan se nota que es un lugar donde priman el detalle y las cosas bien hechas. Después de un desayuno como dios manda decidimos volver para cenar y probar las hamburguesas caseras hechas por ellos mismos: soy cocinero con más de 10 años de experiencia y he trabajado en sitios donde yo mismo hacía todas las hamburguesas del menú, si te pierdes este sitio te pierdes la experiencia de probar unas hamburguesas y unas patatas fritas de 10. El trato y la atención están al mismo nivel.