Café Bar Calvo

Fuimos porque nos recomendaron como sitio de carne de calidad, le pregunto al camarero (sin formación ni información ninguna) qué carne recomienda y me dice que tiene que consultar, nunca me trajo la respuesta, en resumen ni idea no sabían aconsejarme ni que era cada corte, le pido chuleta pero me traen churrasco en fin, pedimos calamares también, rebozado aceitoso, el churrasco o lo que sea eso duro goma un corte que no se corresponde a lo que yo tenía entendido como carne gallega l, la botella de agua me la llevé entera porque no nos dejaron vasos, una comida que me hacía ilusión y desilusión total, fatal, y más cosas que ya da igual

Local muy bonito y con una terraza impresionante para tomarse algo tranquilamente por las tardes.

La comida está muy buena, sobre todo el churrasco y el bacalao a la plancha, perfecto para comer y luego darte un paseo por Ribadavia, ver barrio judío y castillo o irte a las termas de Prexigueiro.

Los días de feria es muy recomendable ir ya que se pone la pulpeira en la puerta y dentro hay carne o caldeiro.

Comimos pulpo y carne y estaba muy bueno.
Los camareros estaban desbordados y al distraídos. Las comandas tardaban.

No teníamos reserva y tras probar sin éxito en otros restaurantes entramos en este al ver cómo preparaban el pulpo a la entrada. Fue todo un acierto, de los mejores pulpos que hemos probado, merece la pena. El churrasco y pan estaban muy buenos. El servicio muy rápido y amables.... 100 % recomendable

Cuando uno llega tarde (14:40 horas) se arriesga a que le den cualquier cosa por comida. Tenían menú a 11 euros (no era lo que me dieron) y me dieron de primer plato dos lonchas de: chorizo, dos de queso y dos de jamón, se comían.... De segundo, filete con patatas y de postre helado. Al final con el café 12:50. Todo escaso, con prisas (ellos) y sin que pueda dar mayor puntuación. Local frío de ambiente y pocas opciones de comida. Lo que se salva en calificación es el vino, era Ribeiro!!!

No seré justo con la opinión ya que en plenas fiestas del pueblo, que es cuando hay que rendir bien para los clientes, fue completamente una odisea negra. Ni recogieron las mesas, ni las limpiaron ni nos atendieron...menos mal que tenían una pulpeira fuera y fue lo que comimos...eso sí, el pan lo tenías que coger dentro...a 2€ la barra...y el pulpo 19€ por una media ración

Con respecto a la atención, es bastante mala; tardan mucho en atenderte/preparar tus pedidos. La comida es buena, aunque a veces la carne está un poco dura. Las patatas al punto, perfectas; pero las ensaladas poco aliñadas. Por suerte los trabajadores son amables y hacen que la espera sea agradable. Hay demasiado ruido y las mesas pueden estar demasiado juntas. Me gustaría que contrataran a trabajadoras (chicas) para que haya más diversidad. Me gusta el hecho de que los puestos de pulpo de fuera te entreguen dentro (aunque no trabajen para el establecimiento). A veces, al intentar llamar a los trabajadores no te hacen mucho caso y me parece un poco de mala educación. Los baños FATAL, muy sucios. No hay jabón, ni tapa del vater, ni asiento. En un baño falta el papel. En los platos no ponen suficientes patatas. Los postres poco diversos, pero aceptables. Los precios aceptables.

He puesto una estrella porque no me deja poner menos.
Atencion pesima, el camarero que nos atendio super antipatico. Pedimos churros y estaban frios, duros y secos.
Al igual que las tostadas.
La mesa estaba sucia y el camarero no se molesto en limpiarla. No me extraña que no hubiese nadie para desayunar.
Tuvimos que volver a desayunar despues de esta horrible experiencia.