CAFETERÍA PLAZA SOBRADO

La comida estuvo normal aunque la macedonia de postre tenia alguna fruta pasada. Nos ofrecieron un cambio que aunque no quisimos, fue de agradecer. Por eso volvimos al dia siguiente a desayunar pero tuvimos peor suerte. Las tostadas eran suela de zapato y al decírselo al camarero no se lo tomó demasiado bien. Por otro lado creo que les sobrepasa la cantidad de personas que van a dedayunar y deberían meter a alguien más. Al final no nos cobraron las tostadas aunque hubiera preferido pagarlas y poder disfrutarlas.

Parada obligatoria,muchas veces hacemos ruta en bici asta sobrado,y siempre paramos,tanto nuestra grupeta como otras de Coruña.Personal agradable y con la consumición siempre nos traen un buen pincho,para recargar pilas.

La primera vez que un camarero pasa de atenderme.
Nos sentamos a tomar unas cervezas a las 8 de la tarde. Pasado un rato le pedimos otra ronda y que queríamos unas raciones.
Nos dice que hay 9 comandas delante y que hay que esperar.
Le digo que vale y que entonces le voy a pedir las raciones. Me dice “tú verás”.
Y se va sin dejarme pedir.
Después de ignorarnos un buen rato, y a pesar de llamarle para pedir las raciones, sigue sin atendernos.
A las 9 nos pone los cubiertos (sin preguntar que queremos) y que ahora viene.
Nos sigue ignorando.
A las 9:15, cansados de esperar, acabamos las cervezas , pagamos en la barra y nos vamos.
Pésima atención.
Una pena.

La comida, perfecta. Precio justo. El trato agradable. Con vistas al monasterio

A diferencia de otras reseñas a mi personalmente la comida me sorprendió gratamente, ya que tanto los fingers como las patatas fritas eran caseras y no industriales como me esperaba. Raciones grandes y muy rico todo.

En cuanto a la atención si que coincido en que es un caos, entre 4 camareros no daban atendido a 20-30 personas como mucho. Como consejo os diría que es mejor que repartáis los puestos, uno en barra, otro en terraza y otro en interior, y quien esté en la barra prepare únicamente las comandas de bebida, porque estabais todos intentando hacer todos los puestos y eso lleva a ese descontrol que comenta tanta gente.

Hemos estado el fin de semana un amigo y yo tomando unos cafés y el camarero-dueño quizás, se ha puesto a dar unos pinchos, mini bocadillos de tapa. Se los ha dado al que le ha parecido, porque a nosotros no nos ha dado nada. Ante todo, aunque estemos de paso, hay que ser profesional y evitar estos gestos tan feos.

Nos ha encantado la comida. La salsa del codillo estaba increíble! Desde fuera no aparenta lo acogedor que es👌👌👌

Excelente comida y perfecta atención.
El menú del día a 9,50 es muy abundante y de calidad. Las crocas de ternera están tiernas y sabrosas. Todos los platos son abundantes.
La decoración también está muy acertada.