Bar o peirao

Tomamos unos refrescos en la terraza.
Atención rápida y correcta por parte de la camarera.
La estancia en la terraza con vistas, fue muy agradable.

Falta de profesionalidad del camarero, que nos atendió cantando. Pedimos helados y cafés con hielo. Nos dijo que no había helados y nos avisaron más tarde (cuando ya estábamos esperando) que no había hielo. Más tarde vimos salir varios helados y varios hielos así que volvimos a preguntar al camarero y nos repitió que no había. Debe ser que solo había si eras de Madrid.
A la hora de cobrar primero nos dice un precio y luego otro, al final fuimos nosotros los que hicimos las cuentas ya que no habían apuntado nada. No nos dieron ticket cuando lo pedimos.

Comida casera espectacular , una merluza fresca espectacular acompañada de ensalada de la casa y de pincho un huevo frito . Un responsable con mucha experiencia y simpatía bajo mi punto de vista! Los comentarios negativos que se vierten aquí creo que son porque no se entiende la “retranca gallega” de muchos de sus comentarios y chistes. Si eres turista , creo que debes verlo desde ese punto de vista. Muchas gracias por todo !!!
VEN AQUÍ SI QUIERES DISFRUTAR DE UNAS PRECIOSAS VISTAS Y UNA COMIDA CASERA 100%.
Relax my friend !!!

Un lugar muy agradable. El dueño muy entrañable y simpático. Con la bebida nos puso variedad de tapas. Volveremos

Que pena que estando en un entorno tan bonito el servicio sea tan justo.
Es de esos sitios que no te dan carta con precios, a mi eso me tira mucho para atrás, lo reconozco.
Tomamos unas sardinas que estaban un poco secas, no nos hicieron cachelos por que tardaban mucho, eso me enfadó y una ensalada que estaba muy buena.
La cuenta de una de sardinas, ocho, una de patatas fritas, ensalada, agua y dos cañas fueron 32€, no sé cuándo fue cada cosa, molesta.
El sitio increíble, precioso.

He comido este año 5 o 6 veces y la comida siempre ha estado muy bien y en su precio. El pescado que "no es de granja" hay que pagarlo en todos los sitios independientemente de los lujos. Comer en este local en plena terraza en la plaza del lugar es todo un espectáculo con unas maravillosas vistas al mar y la playa a un pasito. El dueño es un gallego enxebre que solo con mirarlo no engaña a nadie que tenga un minuto de mundo y creo que sus bromas no deben ofender a nadie. El protocolo covid mas o menos como en ka mayoría de locales. El servicio es lento y está en consonancia con lo que transmite este encantador lugar: paz y tranquilidad. Las cuentas son las que son y cuando te toman nota de la comida te informan de lo que cuesta cada producto. Yo recomiendo este sitio por todo lo que acabo de escribir

Atención rápida y muy rica la merluza del día que nos ofrecieron. Buena vista en la terraza que además nos coincidió con las fiestas de la virgencita del Carmen y la charanga estuvo amenizando el ambiente en la plaza.
Me pedí una caña con la merluza y lo demás fueron tercios pues la limpieza del vaso no me convencía. La carta te la dicen ellos y no hay mucho género. Por lo demás correcto.

Una porquería. Nos dijeron que no estaba abierta la cocina y que sólo había fiambre y el fiambre era unas rebanadas de pan bimbo y cuatro sobres de jamón cutre del súper, todo eso 20€, además el dueño del bar tenía cara de reírse de nosotros. Nunca vi un servicio tan malo en mi tierra. No vuelvo, el bar de al lado es infinitamente mejor.