Caferia A Terracita

Indignante. Quisimos pedir una segunda ronda un domingo de vermouth y, tras incontables intentos, se acercó un camarero de unos 50-60 años que, literalmente, me gritó. Alzando la voz y con una expresión realmente agresiva me interrumpió cuando sólo había pedido una de las consumiciones para decirme que "tenía que pedir todo junto para evitarles viajes innecesarios". Paradójicamente, no me dejó pedirle lo que quería el resto del grupo porque después de gritarme me dio la espalda y se fue sin apuntar la comanda. He trabajado en hostelería y sé que es un trabajo muy duro y hago todo lo posible para respetar a los trabajadores. Dudo mucho, además, que este individuo se hubiese atrevido a hablarle así a un hombre. Me preocupan el resto de empleados que tienen que trabajar con una persona así. Los dueños de este local demuestran incompetencia y dejadez manteniendo a una persona como esa entre sus empleados.

Mala atencion, te sientas en la terraza y a esperar, atienden a quien quieren y cuando quieren.

La atención excelente y la comida muy buena, muy recomendable preguntar por la comida fuera de carta (en especial el pulpo).

Servicio pésimo. Fuimos 5 personas y después de pedir a la camarera, morena con gafas y coleta, que nos limpiara la mesa para sentarnos a cenar y esperar más de 15 minutos junto a la misma mesa la limpia y nos dice q la mesa está reservada para una cena de 15 personas. Y, para colmo, que ella no nos había visto antes! Entiendo que este sobrepasada por tener la terraza llena pero un trato así es imperdonable. Si tardan 15 min en limpiar no se lo que tardarán en servir. Obviamente nos marchamos.

Buen lugar para comer buen atendimiento y comida muy rica

Buen servicio y buena comida. Un sitio para repetir

Es la segunda vez que venimos, la primera fue de rebote y quisimos repetir. Hemos comido y cenado 16 personas, la calidad de la comida era excelente, el precio inmejorable por la calidad y la cantidad, pero lo mejor la atención, nos han hecho sentir como en casa y de la familia. Gracias a Julio y a todo el equipo. Sin duda volveré y repetiré.

El camarero-dueño, desagradable mala atención, se ve que con la clientela del pueblo tiene suficiente. Luego a llorar, porque no puedo trabajar con la pandemia. "salvemos la hostelería"