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Menú del peregrino a 6,50 a elegir entre 10 platos, bebida y postre o café. De postre, yogur o fruta. Muy buen trato, te ponen unos sandwiches de jamón york y queso mientras esperas el principal. Platos generosos. Buen precio, buen trato, lo más flojo el postre.

No vayáis. Tras llevar esperando más de 47 minutos de reloj, nos trae un "camarero" tres de los combinados que pedimos y al colocar el último plato tira una bebida que por suerte estaba casi acabada (recuerdo la laaaaarga espera). ¿Cómo reacciona? Ni caso, sigue con sus bromas con un amigo sentado en la mesa de al lado. Sólo al colocar el cuarto plato de combinados pidió perdón por el retraso un camarero distinto. Siguieron las bromas y pullas en voz alta, ahora unido el cocinero, con palabras malsonantes.
Pedimos la cuenta, nada. Vamos al mostrador y la solicitamos nuevamente, nada. Al rato, cuando vemos que cobran a otra gente, se lo decimos y se exaltan diciendo que esperemos nuestro turno.
Mi opinión: son un grupo de jóvenes jugando a la hostelería. Lo siento por la pobre cocinera que toda apurada sacaba lo que podía en ese ambiente.

Dos cafes con sus correspondientes croissanes y trocito de tarta 2 euros. El café estaba rico. La carta para comer me pareció bien de precio. El lugar está bien situado y es agradable.

Precios súper baratos. Muy amables. Comida súper buena con los precios que tienen. Y con estupendo aperitivo

De la comida no nos vamos a quejar. Las patatas fritas estaban frías, pero el resto de comida (lomo adobado, croquetas, pollo, hamburguesa que viene sin pan y una ensalada campera) estaba bueno. Sin embargo, el servicio ha sido penoso. La camarera era simpática y lo ha intentado, pero hemos estado sentados una hora hasta que nos han traído la comida, después de haber pedido dos veces que nos trajeran un simple aperitivo para picar. Al entrar en el interior veíamos al camarero charlando con el cocinero, mientras había varias mesas esperando que trajeran su bebida y comida, tras una larga espera. En definitiva, los platos ricos pero un mal sabor de boca por la tardanza. Espero que mejore.

Dos horas hemos tardado en cenar entre espera y espera, por no hablar de los postres… Natillas de supermercado que han tardado en llegar media hora y se han terminado en 2min. Un camarero para todo y muchas mesas que atender. Ha sido un desastre.

Estuvimos cenando ayer en este lugar. Pedimos tres tostas de ahumados y queso. Los ahumados estaban en mal estado, tenían un color raro, olían mal y sabían peor. La capa de queso de untar era minúscula, casi transparente. Encima de todo esto tardaron casi una hora en servimos. Decir que lo único bueno fue el camarero que nos atendió que fue muy amable y atento. En definitiva comida desastrosa pero un buen camarero.

Un lugar recomendable para ver deportes, con terraza exterior cubierta, ♿ no tiene acceso adaptado ya que hay un escalón en la entrada