Bar polideportivo

En verano, es perfecto para completar el día de piscina. En invierno, un lugar de reunión y un lugar donde tomar algo sin tener que desplazarse al barrio de arriba. Ideal para ver deportes. Es amplio, con mucho sitio para sentarse y además ofrece buena atención y servicio.

Llegamos para comer allí tras un largo viaje, la camarera (bajita y morena) tardó en acercarse a la mesa donde estábamos sentados a pesar de que no había nadie, nos atendió de mala gana y como haciéndonos un favor por atendernos en la mesa y no en la barra, excusándose de que estaba sola (cosa no cierta porque en la cocina había otra persona). Aparte le molestó que pidiéramos unos bocadillos que no fueran de tortilla (no entiendo el motivo) y ni siquiera se dignó a preguntar por la bebida, tuvimos que acercarnos nosotros a la barra a pedirla; en resumen, muy mala experiencia respecto al trato al cliente, evitaremos volver por todos los medios, aunque la comida estaba rica pero no compensa el trato recibido.

Siempre que vamos el camarero de malas maneras. Creo que en ningún momento hemos sido bordes, todo lo contrario. Ta no sé si no le gusta que le visite gente de "fuera" o qué pensar... una pena la verdad.
Hay una mujer camarera que es muy maja, menos mal a ella, sino no volvemos

La comida batallera pero buena, pero la camarera es muy desagradable en el trato, a veces da la sensación que le molesta que se le pidan cosas...

Le pongo 1 estrella porque el camarero era muy antipático. Todo el rato serio con mala xara a pesar de que yo le sonreía y trataba de ser educado. Se nota que no le gusta ver peregrinos.

Muy rico todo, el servicio es bueno.

La camarera muy antipatica, tirando a borde...,despues vino otra camarera al final que lo arreglo un poco.

Ideal para el almuerzo, sitio tranquilo y con buena atención al cliente. Muy buena tortilla de patata. Amplio aparcamiento.