Un sitio espectacular. Es una ermita románica en ruinas, pero conservada en lo que cabe. Increíble cómo se ven aún las pinturas originales. Es una maravilla. Se puede llegar hasta arriba en coche.
Raúl Ramos Solar2 años atrás
¡Preciosa ermita en ruinas! Recuerdo el buen rato que pasé cuando lo conocí y lo impresionado que me dejó.
La ermita de San Miguel de Sacramenia constituye una lamentable excepción en relación a la eficaz labor restauradora de nuestras Administraciones. No ha importado que desde 1983 fuera elevada a la condición de Monumento Histórico Artístico, ya que su estado actual hace temer por su supervivencia, lo que supondría una pérdida artística y paisajística incalculable, pues la ermita, dormida en lo alto del cerro que protege por el norte la vieja población de Sacramenia, genera una de las estampas más sugerentes de la provincia.
Para acceder a ella hay que subir por una pista no asfaltada que se toma desde la carretera que conduce a Laguna de Contreras, a la altura del cementerio, y en las afueras de la población.
Perviven parte de los muros, una preciosa portada en el carcomido muro meridional y la magnífica cabecera, aunque todo con graves deterioros.
La relación entre San Miguel de Sacramenia y San Vicente de Fuentesoto es clara en lo arquitectónico, con articulaciones idénticas de la cabecera (la puerta de San Vicente no se conserva), y en lo escultórico. Sin embargo, no cabe duda que la talla de Sacramenia es más tosca, coincidiendo fundamentalmente en los capiteles de motivos vegetales esquematizados. Aquí ya no se rastrean los signos inequívocos del taller de Fuentidueña, sino que la escultura cae en manos artesanales.
Ello no es menoscabo para valorar adecuadamente esta evocadora construcción que necesita urgentemente una restauración.
Exteriormente, la cabecera es de traza sencilla e incluso tosca y no permite adivinar el lujo de su interior. Sólo presenta dos columnas adosadas con tres rudos ventanales en los paños que aquéllas articulan.
La portada es un precioso ejemplar de cinco arquivoltas cuyas dovelas están desajustadas y a punto de desmoronarse. También han desaparecido varios fustes. De las cuatro columnas quedan tres capiteles con cesto vegetal simulando helechos, como algunos de Fuentesoto, un ave con alas abiertas y una pareja de cuadrúpedos afrontados.
El interior del ábside, maltrecho pero espléndido, presenta idéntica articulación que la ermita de Fuentesoto. Como rasgos más importantes diremos que tiene arco triunfal de medio punto sobre columnas, arquerías en los muros presbiteriales, y ventanales moldurados que son rodeados por arcos de mayor diámetro que apoyan sobre columnas.
La decoración, como ya se indicó, es ruda aunque expresiva. En el arco triunfal se representan a un hombre sujetando por los cuernos a un toro y a Sansón desquijarando al león. En otros capiteles se muestra a un cuadrúpedo devorando a un hombre, caballos y decoración vegetal.
Jörge2 años atrás
Un lugar simplemente mágico. Se trata de un templo de estilo romántico, que, aunque se encuentra en estado de ruina, está consolidado y representa uno de los mejores ejemplos de románico de la zona. Está situado sobre él actual pueblo de Sacramenia, en una zona elevada, sobre la que se levantó el anterior pueblo de Sacramenia, del cual aún se conservan algunos restos arqueológicos. De la iglesia se conservan aún algunos capiteles de una buena manera, y en el ábside, se pueden apreciar unas tumbas antropomorfas anteriores a la construcción del templo. Sin duda, un lugar digno de visitar
Cristina de la Iglesia2 años atrás
Ruta cortita para dar un paso agradable hasta la ermita y hacerte fotos muy chulas, mecen la pena las vistas
Toño Ricote2 años atrás
Se puede llegar en coche por un camino de tierra, hay un espacio para dejar el coche y poder disfrutar de las ruinas de San Miguel y las vistas al pueblo de Sacramenia.
Javier Loras2 años atrás
Recomendable su visita, por historia y vistas espectaculares
Pepebanjo2 años atrás
Curioso lugar medio restaurado con unas magníficas vistas y mucho viento
Jose Antonio Gonzalez Nieto2 años atrás
Por una pista sin asfaltar se llega a un pequeño aparcamiento que está a unos minutos a las ruinas de la ermita de la que quedan los muros de la nave y parte de la bóveda junto al ábside. En el interior se ven sepulcros esculpidos en la roca y los del exterior están tapados para protegerlos.
Se puede llegar hasta arriba en coche.
La ermita de San Miguel de Sacramenia constituye una lamentable excepción en relación a la eficaz labor restauradora de nuestras Administraciones. No ha importado que desde 1983 fuera elevada a la condición de Monumento Histórico Artístico, ya que su estado actual hace temer por su supervivencia, lo que supondría una pérdida artística y paisajística incalculable, pues la ermita, dormida en lo alto del cerro que protege por el norte la vieja población de Sacramenia, genera una de las estampas más sugerentes de la provincia.
Para acceder a ella hay que subir por una pista no asfaltada que se toma desde la carretera que conduce a Laguna de Contreras, a la altura del cementerio, y en las afueras de la población.
Perviven parte de los muros, una preciosa portada en el carcomido muro meridional y la magnífica cabecera, aunque todo con graves deterioros.
La relación entre San Miguel de Sacramenia y San Vicente de Fuentesoto es clara en lo arquitectónico, con articulaciones idénticas de la cabecera (la puerta de San Vicente no se conserva), y en lo escultórico. Sin embargo, no cabe duda que la talla de Sacramenia es más tosca, coincidiendo fundamentalmente en los capiteles de motivos vegetales esquematizados. Aquí ya no se rastrean los signos inequívocos del taller de Fuentidueña, sino que la escultura cae en manos artesanales.
Ello no es menoscabo para valorar adecuadamente esta evocadora construcción que necesita urgentemente una restauración.
Exteriormente, la cabecera es de traza sencilla e incluso tosca y no permite adivinar el lujo de su interior. Sólo presenta dos columnas adosadas con tres rudos ventanales en los paños que aquéllas articulan.
La portada es un precioso ejemplar de cinco arquivoltas cuyas dovelas están desajustadas y a punto de desmoronarse. También han desaparecido varios fustes. De las cuatro columnas quedan tres capiteles con cesto vegetal simulando helechos, como algunos de Fuentesoto, un ave con alas abiertas y una pareja de cuadrúpedos afrontados.
El interior del ábside, maltrecho pero espléndido, presenta idéntica articulación que la ermita de Fuentesoto. Como rasgos más importantes diremos que tiene arco triunfal de medio punto sobre columnas, arquerías en los muros presbiteriales, y ventanales moldurados que son rodeados por arcos de mayor diámetro que apoyan sobre columnas.
La decoración, como ya se indicó, es ruda aunque expresiva. En el arco triunfal se representan a un hombre sujetando por los cuernos a un toro y a Sansón desquijarando al león. En otros capiteles se muestra a un cuadrúpedo devorando a un hombre, caballos y decoración vegetal.