Ermida de Santa Trega

Lugar precioso de visita obligatoria. Para subir hasta la cima hay que pagar 4€ con tarifa reducida, menores no pagan. La carretera es muy buena, de doble carril. Merece la pena, a partir de las 20 no se paga. Las vistas de la desembocadura del Miño son inmejorables.

En un entorno espectacular q merece la pena ver.

La Ermida de Santa Trega, está situada en el Pico de San Francisco, uno de los dos que tiene el Monte Santa Trega (el otro, llamado Pico o Monte del Facho, tiene en lo alto las antenas repetidoras). Las cumbres de las montañas, siempre ha sido un punto de referencia, para manifestar las creencias religiosas de las distintas culturas. El monte de Santa Trega no es una excepción. Todas las investigaciones indican que el culto a las deidades indígenas se vieron influenciado por manifestaciones religiosas foráneas en el período galaico-romano. Prueba de ello, es la escultura de bronce de la divinidad grecolatina Hércules, encontrada en 1862 por unos anteros, en Santa Trega y donada en 1922 a la Sociedad Pro-Monte de Santa Tecla, que la depositó en el Museo Arqueológico de Santa Trega, de donde fue robada en 1987. Con la cristianización en lo alto del asentamiento castreño se empezó, entre finales de siglo IV y principios de V, a rendir culto a la protomártir Santa Tecla. Todo apunta a que en la época visigoda existió un templo, ya que la actual ermita presenta signos visigóticos en el fondo de la iglesia lo que indica que se aprovecho una edificación anterior. Junto a la puerta de la ermita, se instaló en 1979, una lápida de piedra con marcas de cantería, colocada en honor a los "poveiros" de Póvoa de Varzim (Portugal), que reproducen las que existían en la puerta original, de madera, de la ermita.

Subimos un día con mucha niebla. Teníamos intención de ver la ermita pero estaba cerrada y sin ninguna información sobre su apertura. Los responsables deberían estudiar el asunto. Nos dijeron que no estaba abierta a causa de la pandemia. Pero en un lugar tan precioso y con tanto turismo debería estar abierta todo el día..

Hermosa hermita, la visitamos dando un paseo desde monte picaraña hasta el castillo de Vilasobroso y visitamos también un castro que no me acuerdo como se llama, buena zona con un monton de atractivos

Vistas increíbles cuando llegas casi a la cima en la ermita.

Tiene una estructura sencilla y sorprenden sus dimensiones, más grandes de lo habitual en este tipo de ermitas medievales. El paisaje que la rodea es único.

Lugar para disfrutar de multitud de paisajes.Desembocadura del Miño,costa de Portugal,Atlántico,vuelta al pasado con el poblado Celta y sus castros, su Ermita de Santa Tecla y todo sus monumentos religiosos!! Una mezcla mágica,q no dejará indiferente a nadie!!