Casas Rurales La Artiga

Es un lugar ideal para pasar unos días de paz en plena naturaleza. La restauración de la casa es tan original que sorprende. Hecha de forma sostenible i como se supone que se hacía en el tiempo en el que se construyeron. Calefacción con leña muy eficaz. Recomiendo una visita a esta casa.

Un lugar de lo más entrañable para perderse y desconectar de todo, en plena naturaleza.

Nosotros nos quedamos en la casa Los Pasteles, y estuvimos de lo más a gusto. La casa conserva todo su encanto de antaño. Está muy bien equipada, con barbacoa y terraza individuales. La barbacoa está cubierta, lo que es fantástico para el invierno.

En esta casa, hay unas vistas espectaculares desde el salón al Peñagolosa. La casa está aislada de todo, ubicada junto a un pequeño grupo de casas en pleno monte. El acceso se realiza por un camino de aproximadamente 1 km, pero por el que yendo despacio se puede acceder sin problemas con cualquier tipo de vehículo (no hace falta un 4x4 como se puede leer en algunos comentarios, a menos que pretendas ir haciendo rallye). En nuestro caso, fuimos con bicis para disfrutar de Enduroland y, con una furgona y remolque, accedimos sin problemas.

Los anfitriones, Amparo y Fernando, fueron super atentos en todo momento, pendientes de que no nos faltara ningún tipo de detalle.

Nos fuimos encantados de la experiencia y el lugar.
Esperamos poder repetir pronto :)

Casa rural muy bien dotada. Si buscas tranquilidad, esta es tu casa. El dueño es muy amable. En lo único q falla es el acceso desde la carretera, q es de aproximadamente 1 km, con grava. De todas formas vale la pena.

Estuve alojada un finde y fue fatal .
El acceso malísimo, si no dispones de un coche 4 por 4 olvídate !!!
Esta súper apartada de todo con lo cual o te llevas de todo o si tienes que bajar al pueblo te lo tienes que pensar dos veces por el pésimo camino que hay. No teníamos agua caliente y él propietario entró un día en la casa sin estar nosotros y sin avisarnos .
Algunas habitaciones no tienen puerta así que privacidad la justa ya que tienen solo una cortina . No es lo que nos esperábamos , ademas el propietario no quiso revisar la casa cuando nos marchamos pese a que se lo dijimos y luego al cabo de dos dias nos dice que hay un cristal roto de una mesita y que nos lo descuenta de la fianza. Nosotros no rompimos nada si no no le hubiéramos dicho que revisara antes de que nos fuéramos . Los que entraron después a saber que hicieron . Así que mi valoración es pésima para NO VOLVER!!!
NO RECOMENDABLE !!!

El acceso es muy malo , la casa está bastante bien pero hay un par de habitaciones sin puertas con una simple cortina . En cuanto al trato con el propietario estuvo bien .asta que nos cobro un desperfecto que nosotros no hicimos y nos contactó para decirnos que había tal desperfecto pasaron 2 días . Recomiendo revisar la casa con el propietario Enel momento de dejar la casa , ja que claro quién hace 300km para defenderse , fue algo muy desonesto lo que nos hizo este señor , jo Nika recomiendo ni volveré nunca más a esa propiedad , ja que le dijimos de revisar la casa y nos dijo que si había algún desperfecto no se be a simple vista. Pues por lo que nos acusa de haber roto si se be y mucho .

Vinimos un grupo de amigos a la feria de la Trufa, y la mejor elección fue quedarnos en las casas de la Artiga. Los espacios son ideales para grupos grandes, las cocinas están equipadísimas, las camas son muy cómodas (se duerme increíble) y las habitaciones son muy espaciosas. Las casas, que se comunican en el interior, son muy acogedoras, y están reformadas manteniendo el encanto de una casa de 200 años. Y además tienen una zona exterior ¡perfecta para comidas de sobremesas largas!
Fernando, el dueño, es un encanto y se portó genial con nosotros. Estuvo muy atento en todo momento y nos facilitó todo lo que necesitamos.
¡Esperando la feria ya del año que viene para repetir!

Hemos estado en La Artiga y nos ha encantado el sitio donde está ubicada, para perderse del mundanal ruido. Pero si quieres ir, no creas que vas a la típica casa rural con todas las comodidades de las que normalmente tienen. Esta casa es una casa de pueblo, como si fueses a la casa de tus abuelos.
Nosotros fuimos a un curso y la disfrutamos dentro del entorno del curso, pero si vas con familia es ideal para ir con niños y hacer excursiones por la zona.
En invierno tiene una chimenea que no necesitas televisión pues te quedas ensimismado viendo el fuego pues te hipnotiza.
Fernando el dueño un encanto siempre atento a todo lo que se le pedía.
Y que más decir que es un sitio para repetir y que Teruel si existe y si tiene sitios tan espectaculares cómo esta zona pues para repetir muchas veces.

Un lugar especial 🍃 ,
lleno de verde, magia y tranquilidad.

Lo recomiendo totalmente.
Es ideal para desconectar junto a los tuyos.

Y los propietarios, Fernando y Amparo, de 10+. Muy atentos y amables! Gracias por todo! Volveremos.