Agroturismo Maddiola

La ubicación es perfecta y el entorno una maravilla. Ideal para pasar unos días tranquilos rodeado de naturaleza. Los desayunos una delicia con productos elaborados por ellos mismos. Lo mejor de todo, el trato amable y familiar que hemos recibido en todo momento. Sin duda repetiremos.

Genial! Un sitio familiar, muy tranquilo y en un entorno chulísimo. Las vistas son increíbles. A 20-25 minutos de Donosti y Zarautz. Los propietarios son muy amables, te aconsejan sobre sitios que visitar y tienen un desayuno estupendo basado en productos propios.

Fuimos con un perro y no hubo ningún problema, todo facilidades!

Estuvimos en uno de los apartamentos de la planta baja y muy bien, está muy bien, amplio para 2 personas, la cama edtupenda y no se escucha a los demás huéspedes, la tranquilidad es total, cosa que para nosotros resulta de vital importancia. Estuvimos con nuestra mascota y hasta nos pusieron una valla, para que no pudiera salir de la terraza del apartamento, lo cual también te da tranquilidad.

Ha sido una experiencia maravillosa. Un remanso de paz y tranquilidad a tan solo 20 min de Donosti.
Tanto los dueños como la gente de allí son encantadores. Los desayunos son espectaculares.
Para repetir sin duda.

Lugar francamente extraordinario, hacia mucho tiempo que estaba intentando alojarme en este lugar encantador, con mi esposa y con mi pequeño Rufi, por fin estas vacaciones hemos conseguido reservar y es realmente una maravilla, tanto el entorno como el trato y acogida, te sientes en una nube, al lado de Donosti y encima del mar, en plena naturaleza, sin un ruido, debe ser lo más parecido al cielo. Mil gracias equipo Maddiola por regalarnos tanta felicidad en vena

Sitio precioso con unas visitas espectaculares, atención estupenda y desayuno casero muy rico. El único pero que le puedo poner es que la limpieza de los suelos de la habitación podía ser mejor ya que nos cayó una cosa debajo de la cama y al ir a cogerla nos encontramos que había pelotas de polvo debajo. De todas formas un lugar para repetir.

Una sorpresa en pleno Monte Igeldo. Ubicado en un paraje espectacular junto a Donosti, sobre el Cantábrico, disfrutamos una estancia fabulosa. Ideal para ir en pareja o en familia, los más pequeños disfrutarán con los animales que tienen en la finca.
Encantadora la atención de la propiedad, Maddi y familia.

Una pasada,unas vistas preciosas la habitación que nos tocó,increíble,y la gerencia uffff ...por que no hay 10 estrellas si no les ponía 11.(hay lo dejo)