Hotel Rural y Restaurante El Labrador

Precioso y familiar hotel rural. Preciosas habitación abuhardillada en la que hemos estado . Ducha muy cómoda y abundante agua. Muy buena relación calidad precio. Desayuno espectacular y el trato de los dueños como en casa. Muchas gracias. Volveremos

Hemos estado alojados muy a gusto tres familias en el Puente de la Inmaculada . La casa muy acogedora y limpia. Las cenas y los desayunos muy ricos y abundantes. Los dueños son un encanto y muy trabajadores, Nadia, Ángel y sobre todo Feti, gran mujer y gran anfitriona Muchas gracias y hasta pronto!!!

Sitio muy agradable y familiar, las camareras, muy amables todas, hacen la estancia tan cómoda que te dará pena marcharte.
Comida casera muy rica y variada para todos los gustos.
Unas habitaciones preciosas y muy agradables, personalmente estoy pensando en volver más frecuentemente.

Estuvimos una noche hace diez días, en la habitación 9, y genial, todo muy limpio y muy bien decorado. El trato excelente, los dueños encantadores, súper amables y atentos.
El desayuno espectacular, con zumos caseros y originales, buenísimos!.Tortitas caseras riquísimas. No podíamos comer ya más!! Atención personalizada por Fathy.

Estuvimos 8 personas el fin de semana pasado y la elección fue un acierto. Fatiha y su familia te hacen sentir como en casa. Las habitaciones amplias y muy limpias, el desayuno es casero y muy abundante. Comimos allí y probamos sus fabulosos Tajine y Bacalao, ademas de otras cosas. Fenomenal. Y ademas cerca de las Hoces del Duraron, Pedraza, etc.
Gracias, esperamos volver.
Manolo y familia.

Un hotel encantador. Nos alojamos dos adultos y dos niños. La habitación muy amplia y las camas de los 4 extremadamente cómodas. La comida muy rica, muchísimo. Desayuno totalmente casero, desde los zumos naturales (y diferentes) hasta la bollería y bizcochos recién hechos. Fetiha es una cocinera espectacular. La acogida fue realmente maravillosa. Todos son encantadores y se desviven en atenciones. Ángel con su conversación, Fetiha con su trabajo y cariño y Nadia con su simpatía, dulzura y maravilloso trato. Un hotel que llena de magia, aún más si cabe, a este pueblo encantador. Por supuesto, repetiremos en cuanto tengamos ocasión.

Hotel rural con mucho encanto al igual que sus dueños Fati y Ángel que son muy cercanos y atentos. Súper limpio y acogedor. Los zumos caseros del desayuno buenísimos. Está cerca de Madrid para hacer una escapada y muy bien situado para visitar los pueblos cercanos. Nos hemos quedado con muchas ganas de probar el "Tajín" de Fati así que volveremos. Recomendable al 100%

Hotel rural con una ubicación perfecta para descubrir el rio Duratón, Pedraza y Sepúlveda. Pero lo mejor es el trato de la familia que lo dirige. No podemos estar más contentos, Fatiha es increíble tanto como persona como cocinera. No podéis perderos el Tajine ni el Baghrir (tortitas marroquíes para desayunar). Además después de cada comida te sirven un té moruno con unas pastas caseras. Las habitaciones son muy acogedoras, cómodas y limpias.
Gracias por el trato que disteis a nuestra familia!