Mas Seguilla

Todo correcto, el sitio precioso aunque deberían avisar que el dueño vive en la casa pegada y está por ahí durante la estancia. Cómo recomendación a la casa pediría cambiar utensilios de cocina pq no había un cuchillo o tijera que cortase bien y la oficina supongo que la limpian en verano ya que le faltaba un repaso. A parte de eso la estancia fue agradable. Éramos 11 personas y dormimos bien

Es una masia bastante grande con 6 habitaciones repartidas en 2 casas, con 3 baños (uno con jacuzzi aunque no iba según el dueño), jardín amplio, con mesa exterior amplia y piscina, comedor, cocina, zona chillout interior y piscina. La cocina bastante equipada con una nevera americana, encimera con 6 fuegos, horno grande y lavavajillas. Las habitaciones son amplias y disponen de calefacción que va de maravilla, las camas van equipadas con sábanas y un nórdico, suficiente para no pasar frío. En la casa no hay casi cobertura pero si wifi (solo en la casa principal).

Pasamos una semana idílica en julio con mi chico y los niños. La casa súper confortable y espaciosa con un terrracita donde hemos disfrutado de la barbacoa. La piscina es una pasada y tiene unas vistas espectaculares, así como el entorno en plena naturaleza salvaje. Y la guinda, el arrocito que nos preparó Carlos, nuestro anfitrión, el último día. Muy recomendable! La próxima, escapada romántica sin niños!

Decepcionante. No tiene sentido el precio que pagamos con el estado general de la casa. Muy dejada. Falta de limpieza y manteninento.

Experiencia decepcionante. Las fotos no correspondían con la casa que nos encontramos, limpieza justa y bastante dejada en general. Tanto la parte interior como la parte exterior.
Cuando decidimos alquilar la casa ya se nos avisó de que se trataba de dos casas contiguas que compartían la piscina, pero que, dado que nosotros solo íbamos a estar el fin de semana, podríamos utilizar la piscina solo para nosotros. Pero al llegar, no fue así, solo podíamos utilizar un lado de la piscina siendo 18 personas y existía un acceso de una casa a la otra, por lo que no había intimidad. Al llegar nos encontramos además con que el propietario que también vivía allí y su perro, el cual debíamos de cuidar mientras campaba a sus anchas por la casa y se metía en la piscina con nosotros. Información que se nos había ocultado.
Durante la estancia el propietario nos ha hecho sentir controlados en todo momento y vigilando e indicando que podíamos hacer y que no. En cuando al precio, hasta el último momento ha intentado subirlo alegando que éramos más personas de las pactadas. Cosa que es falsa. Nosotros alquilamos una casa para 18 personas y él insistía que a partir de 14 había que pagar un suplemento por camas supletorias y por toallas. Las cuales antes de marcharnos nos hizo contar con él delante para asegurarse de que no faltaba ninguna.
Sin duda no pensamos volver ni recomendar este alojamiento.

Reservamos unos días en Agosto y no estuvimos el total de la estancia porque no estuvimos cómodos. La limpieza y el mantenimiento de la casa y jardines nos pareció muy deficiente y desde luego no se corresponde con el precio que pagamos.
Por otro lado, el propietario vive en la misma finca, en otra casa anexa y la sensación que nos produjo fue de control e intromisión durante toda nuestra estancia.
No recomiendo este alojamiento.

Nos alojamos en Mas Seguilla 16 personas durante un fin de semana. Al planificar la estancia, Carles fue bastante amable y atento, pero cuando llegamos a la casa nuestra impresión empezó a cambiar radicalmente.

Para empezar, la casa (cualquiera de las dependencias) tiene multitud de puntos negativos: desagües atascados, instalación eléctrica que no aguanta los electrodomésticos que tiene, dudoso mantenimiento (todo son apaños), pestillos que no cierran, sensación de poca higiene y cuidado en baños y cocina (el horno y los fogones estaban sucios, así como las sartenes). También hay que añadir que las camas son súper incómodas: ambas noches con dolor de espalda.

En segundo lugar, el espacio es justito. Tiene potencial (vistas increíbles) pero no creo que haya mucho mantenimiento en la finca. La zona ajardinada está muy poco cuidada, el acceso a la piscina era nefasto y la propia piscina no estaba limpia, tuvimos que limpiarla nosotros. Sensación de que todo está a medio hacer y para nada listo para que se alojen los clientes.

Finalmente, la sensación de falta de intimidad y que te están vigilando en todo momento: durante todo el fin de semana el propietario, que vive PEGADO a nuestras dependencias (cosa que ocultó), estuvo interrumpiéndonos para decirnos qué debíamos hacer y qué no. Nada más llegar nos pidió el dinero, se quejó de que habíamos llegado tarde (falso) y casi siempre se dirigió a nosotros de forma bastante antipática e incluso despectiva en alguna ocasión. Además, la mayoría tuvimos la sensación de que nos estaba controlando a todas horas desde su casa, lo cual nos cohibió mucho durante el fin de semana.

En resumen: NO recomendable debido a casa justita y trato muy mejorable. Recomiendo revisar los comentarios en Booking, son muy acertados.

La casa está bastante descuidada y sin aire acondicionado (ahora en verano sería un gran punto a favor y con lo que cobra el dueño por un fin de semana, seguro que no le supondría ningún esfuerzo). Piscina sucia y compartida con los inquilinos de otra casita anexa que también alquila y no advierte hasta el día de llegada. Y por último, y lo más importante, el casero vive en la misma finca y controla cada uno de los movimientos del grupo.