Trato excelente, con detalle de bienvenida, en un entorno de ensueño, con la estructura de un caserio antiguo. Dos plantas para la casa en alquiler y una tercera superior que habitan los dueños, ideal para convivir 5 adultos y 5 niños. Tiene dos salas grandes para tiempo de calidad, una Cocina semi-industrial bien equipada y una barbacoa exterior para preparar chuletones de la tierra. Tuvimos la suerte de conocer la camada de perros de Beltza y también a los dos caballos a quienes dimos de comer, los niños encantados. El dueño muy agradable y atento. Solo hay que tener cuidado con los escalones de la cocina propensos a trastabillarnos y el resto, a disfrutar de la casa y del entorno.
Miguel Sierra2 años atrás
Impresionante. El trato con el propietario ha sido perfecto, muy cordial. Nos tenía la casa caliente, con leña cortada y preparada para los fuegos, que esperó a que llegáramos para explicarnos el funcionamiento. Nos informó de las diferentes posibilidades y rutas acorde a los niños que llevábamos... Vamos, de ido perfecto. Recomendable 100%
Oscar Fernandez2 años atrás
Si quieres pasar un fin de semana de diversión y desconexión en grupo y con niños huye de esta casa, no es la indicada. Cierto es que sabíamos que el propietario vive en la parte de arriba de la misma, pero las reseñas y comentarios que leímos no indicaban que eso supusiese problema alguno. Ya cuando llegas y lees carteles en todas partes indicando que no se corra por los pasillos, que no se haga ruido en las habitaciones, que si sube un perro a ellas el cliente es inmediatamente expulsado ya ves que la idea de estar relajado en grupo va a ser imposible (por cierto, nosotros no llevábamos mascota alguna). Eso si, ningún cartel le indica a al dueño que deba estar pendiente de su perro (somos amantes de los animales, pero entró a la cocina y revolvió en la basura para comer... y nos dio la barbacoa puesto que estuvo todo el rato rondando y pidiendo comida, lo que nos obligó a tener una persona frente a ella vigilando por si se encaramaba para comerse lo que estábamos asando), tampoco ninguno le indica que cuando madrugue el domingo es recomendable bajar si hacer mucho ruido y despertarnos como él hizo, ninguno le indica que es recomendable hablar con los clientes con un mínimo de educación. Añádanle que la cubertería es escasa, que la cámara frigorífica de la despensa es caldo y cultivo de moho, la total inexistencia de útiles para manejar las brasas en chimeneas o barbacoa, que le molesta si le pides un segundo rollo de papel higiénico cuando sólo ha puesto uno en cada baño para todo el fin de semana y sobre todo que vende una casa rural con servicio de wifi cuando el mismo es prácticamente inexistente (con el agravante de que se lo preguntamos directamente antes de alquilar la casa ,al comentárselo in situ su respuesta fue que "Ya se sabe como son estas casas con paredes y suelos tan gruesos"). Llevamos un karaoke de escasa potencia que dependía del wifi para acceder a las canciones... la precariedad del mismo nos obligó a subir al salón de arriba que era el único sitio donde escasamente se podía acceder a él (escasamente porque terminamos usando archivos descargados dado el poco servicio que daba). No fue una juerga que se prolongase especialmente en el tiempo, acostarnos todos a la 01.00 h. no me parece ninguna locura un sábado noche de salida a una casa rural... pero claro , él vive allí. El que se dirigiese a mi de forma maleducada cuando estaba haciendo astillas hacha en mano con la leña para la chimenea (madera húmeda y sin protección alguna por cierto) ya fue la gota que colmó el vaso. Nadie excepto yo tocó el hacha, es decir, el control de su uso fue absoluto. En resumen, huid de esta casa a no ser que vuestro concepto de éste tipo de planes consista en estar en silencio y acostándoos temprano. Señor Jesús Mari, dedíquese a otra cosa o cómprese una segunda vivienda para pasar el fin de semana cuando alquile esa casa con esas camas tan cómodas, tan bonita y bien situada que tiene. Le hará un gran favor al gremio.
Alejandro López2 años atrás
Un gran fin de semana. El caserío es espectacular y el propietario fue muy amable y dispuesto. Volveremos!!!
Leire Fernandez2 años atrás
Trato lamentable por parte del propietario. Mobiliario deteriorado y escalera peligrosa e incomoda, para niños y mayores entre la planta baja y la primera.
PABLO RAMOS2 años atrás
Sitio espectacular, casa muy acogedora y trato genial, para repetir en brebe
Dos plantas para la casa en alquiler y una tercera superior que habitan los dueños, ideal para convivir 5 adultos y 5 niños.
Tiene dos salas grandes para tiempo de calidad, una Cocina semi-industrial bien equipada y una barbacoa exterior para preparar chuletones de la tierra.
Tuvimos la suerte de conocer la camada de perros de Beltza y también a los dos caballos a quienes dimos de comer, los niños encantados.
El dueño muy agradable y atento.
Solo hay que tener cuidado con los escalones de la cocina propensos a trastabillarnos y el resto, a disfrutar de la casa y del entorno.
Cierto es que sabíamos que el propietario vive en la parte de arriba de la misma, pero las reseñas y comentarios que leímos no indicaban que eso supusiese problema alguno.
Ya cuando llegas y lees carteles en todas partes indicando que no se corra por los pasillos, que no se haga ruido en las habitaciones, que si sube un perro a ellas el cliente es inmediatamente expulsado ya ves que la idea de estar relajado en grupo va a ser imposible (por cierto, nosotros no llevábamos mascota alguna).
Eso si, ningún cartel le indica a al dueño que deba estar pendiente de su perro (somos amantes de los animales, pero entró a la cocina y revolvió en la basura para comer... y nos dio la barbacoa puesto que estuvo todo el rato rondando y pidiendo comida, lo que nos obligó a tener una persona frente a ella vigilando por si se encaramaba para comerse lo que estábamos asando), tampoco ninguno le indica que cuando madrugue el domingo es recomendable bajar si hacer mucho ruido y despertarnos como él hizo, ninguno le indica que es recomendable hablar con los clientes con un mínimo de educación.
Añádanle que la cubertería es escasa, que la cámara frigorífica de la despensa es caldo y cultivo de moho, la total inexistencia de útiles para manejar las brasas en chimeneas o barbacoa, que le molesta si le pides un segundo rollo de papel higiénico cuando sólo ha puesto uno en cada baño para todo el fin de semana y sobre todo que vende una casa rural con servicio de wifi cuando el mismo es prácticamente inexistente (con el agravante de que se lo preguntamos directamente antes de alquilar la casa ,al comentárselo in situ su respuesta fue que "Ya se sabe como son estas casas con paredes y suelos tan gruesos").
Llevamos un karaoke de escasa potencia que dependía del wifi para acceder a las canciones... la precariedad del mismo nos obligó a subir al salón de arriba que era el único sitio donde escasamente se podía acceder a él (escasamente porque terminamos usando archivos descargados dado el poco servicio que daba). No fue una juerga que se prolongase especialmente en el tiempo, acostarnos todos a la 01.00 h. no me parece ninguna locura un sábado noche de salida a una casa rural... pero claro , él vive allí.
El que se dirigiese a mi de forma maleducada cuando estaba haciendo astillas hacha en mano con la leña para la chimenea (madera húmeda y sin protección alguna por cierto) ya fue la gota que colmó el vaso. Nadie excepto yo tocó el hacha, es decir, el control de su uso fue absoluto.
En resumen, huid de esta casa a no ser que vuestro concepto de éste tipo de planes consista en estar en silencio y acostándoos temprano.
Señor Jesús Mari, dedíquese a otra cosa o cómprese una segunda vivienda para pasar el fin de semana cuando alquile esa casa con esas camas tan cómodas, tan bonita y bien situada que tiene. Le hará un gran favor al gremio.