Empezando por el propietario, Fernando, todo excelente en cuanto a facilidades y guía del valle. La casa, rústica pero moderna, muy bien equipada, no faltaba de nada. Usamos mucho la barbacoa y la cocina, muy amplia y tiene de todo. El patio, con sol y sombra y vistas a la montaña. pasamos ahí mucho tiempo. El pueblo, Ebo, tranquilo, bonito y muy arreglado. Se respiraba paz y sólo se oían los pajaritos. El valle estaba muy verde tras tantas lluvias y había agua por todos lados.
(Original)
Mooie omgeving