Casa Rural La Bodega

Sinceramente, después de leer las reseñas llegué a la casa esperándome lo peor y la verdad es que me sorprendió para bien. Nos alojamos en La Lola, que está pegada a la Bodega, ambas alquiladas por el mismo propietario.
Fuimos un grupo de amigos para escalar en Chulilla y la casa nos vino de lujo, tanto por ubicación como por amplitud. Sin embargo, es cierto que le falta un poco de cariño porque está bastante descuidada, las cortinas y algunas puertas están rotas, las paredes son de papel y aunque los baños, la cocina y las habitaciones estaban bastante limpios, había algunas zonas de la casa bastante dejadas. Además, la casa hay que compartirla con la familia de arañas que vive permanente en el techo y alguno rincones de la casa, pero son bastante amigables.
El trato con la chica que lo alquila fue bastante bueno, nos indicó donde encontrar las llaves, nos ofreció la posibilidad de comprar leña para la chimenea y fue muy atenta cada vez que necesitabamos algo.
Para pasar un finde tranquilo con los colegas visitando lo alrededores y estando en la casa lo justo, es ideal, nosotros volveremos seguro, pero no la recomendaría como la típica casa rural para venir en familia a hacer barbacoas o hacer vida en ella.

No puedo opinar sobre la casa ya que nunca fui, y dudo que alguna vez vaya. Opino sobre cómo el propietario gestiona las reservas. ¿Qué os lo peor que os puede pasar el día de antes de salir para un fin de semana de Pascua que tenéis programado con mucha antelación con los amigos? Efectivamente, que el día de antes, cuando envíes un mensaje al alojamiento para concretar la hora de llegada, el propietario te diga que se ha cambiado de móvil, ha perdido tu reserva, ya la casa ya está ocupada. Eso me ha pasado a mí, y me da la impresión de que no es la primera vez que ocurre. Así que, si tenéis mucho interés en ir a esta casa, os recomiendo que os aseguréis muy bien de que no os pase lo mismo.

Lugar perfecto para descansar con mascotas. El propietario y Sonia, unas personas encantadoras. Nos trataron genial y nos ayudaron más de lo que les corresponde. Estuvimos en El Pajar. Casita muy limpia y equipada. Está muy cerca de pueblos bonitos y rutas preciosas. 100% recomendable. Esperamos poder volver pronto.

Si alguien te invita a pasar unos días en esta "casa", es porque no te quiere!!

La casa esta situada en medio de la nada, de hecho si gritases ayuda nadie podría oírte.

Nos alojamos en la Bodega 2 noches. Creo que no he tenido más ganas de volver a casa en mi vida.

Dormí en la habitación de la planta baja, que esta situada en plena pista de aterrizaje para todas las moscas, mosquitos e insectos con capacidad de vuelo.
Cabe destacar que disponíamos de una tela anti-mosquitos que poca utilidad tiene porque está llena de agujeros.
Y no, las habitaciones no lucen tan bien como en las fotos.

La planta superior es digna de una novela de Edgar Allan Poe. Con su cuadro a tamaño real de cristo.

Lo que más me gusto fue el baño, que incluso en algún momento pensé dormir allí, pero tampoco quería molestar a mis compañeros.

En general, si eres un aventurero/a, al que no le importa dormir entre insectos, suciedad, y esa sensación constante de que se te caiga el techo encima, este es tu destino, aunque también te recomiendo que para eso, duermas fuera de la casa.

Suciedad por todas partes.
Hemos pasado el fin de año en esta casa y en El Pajar, que se encuentra justo delante. El entorno muy descuidado, nada cómodo para que los niños puedan jugar tranquilamente. En general la casa extremadamente sucia, lo que volvía la estancia incómoda, ya que tenías la sensación de suciedad allá donde tocases. Nos quejamos tanto al dueño como a la persona que entregaba las llaves y nos dieron respuestas nada resolutivas, entre otras cosas nos dijo que tenía 13 casas más, que en una casa rural la limpieza no es como un hotel... Hablamos de bolas de pelo en la ducha, alfombras que contaban con vida propia, mesa para comer con suciedad incrustada... que para el precio pagado, qué mínimo que una limpieza decente.

No recomiendo la casa en absoluto, menos aún con niños, pero si aún así os animáis, os aconsejo que llevéis juego de toallas y sábanas, desinfectantes varios.. Lo que sea necesario para sentir un poco de limpieza. Desde luego, no repetiremos.

Si podéis evitad ir, está decrépita, las cerraduras rotas, las camas incomodisimas. La limpieza inexistente, encontramos colillas debajo del sillón!
Además nos cobraron más de lo acordado sin ningún tipo de justificante. Un timo en toda regla.

Una casa bonita, antigua bodega reacondicionada, con capacidad para diez personas, repartidas en cuatro habitaciones.
Ideal para familias con niños. Dos habitaciones triples y dos dobles.
Se caldearon rápidamente las habitaciones.
El chico qué nos atendió muy amable.
Cerca de chulilla, población con encanto, con rutas fáciles por el río para niños, y una pared para escalar por el cañón del río llena de rutas de subida y con mucha gente escalando

Hay muchas moscas, es una barbaridad. Quitando eso para montar fiesta no esta mal. Fui con mis amigos y ha estado bien. No molestamos mucho. Eso si, el jefe se invento cosas para intentar sacarnos dinero. Ademas la chica que vino a limpiar se puso a fumar marihuana hablando con nosotros y nos pidio speed.