Ruinas del Castillo de Cesna. Lugar de interés histórico. Desgraciadamente, de su fortaleza apenas queda un pequeño fragmento de lienzo.
Adrián Morales Morales2 años atrás
Sitio en donde se observan unas ruinas, pero las vistas, son increíbles. Sobre todo si el pantano se encuentra en su mayor nivel de agua.
Jose Bueno2 años atrás
Castillo de Cesna. Durante una fría mañana del mes de Enero, visitamos por fin las ruinas de este castillo del S. X, protagonista sublime de episodios de la historia de Al Andalus y su último Emir. De la solemnidad que debió tener , solo quedan los restos potentes de algunas cimentaciones de las torres, que son horadadas por conejeras que provocan la desestabilización de los muros y una gran brecha en el lienzo de la muralla sur, acentuada, por la construcción de un camino de acceso que afecta a la conservación del castillo. No obstante el otero bien merece una visita que nos ayuda a entender el paisaje circundante y observar desde la ruina de sus torres la historia de su entorno, torres vigilantes sobre el vado del río y que mediante barcas facilitaba el cruce del río Genil y la comunicación de los Ventorros de Balerma y campo Agro con la comarca de Algarinejo e Iznájar. Observamos también hacia el levante, la imponente muralla natural que forma el tajo de roca y defiende el Poblado prehistórico de Villavieja en su lado norte. Como mudo testigo, el embalse de Iznájar, atesora en seno de su cofre esmeralda , la historia de estos valles en base a los recuerdos de ruinas iberorromanas, antiguos molinos, cortijos, sistemas de riego, viejos caminos empedrados que ayudaron a tejer leyendas que todavía se cuentan a la luz de una fogata, junto a los susurros de las fuentes de Cesna, desde donde se inicia el recorrido y a donde regresaremos para reponer fuerzas tras este agradable paseo. (Leyendas: el alcalde emparedado, el audaz huido que salvó su vida, el apresamiento de Boabdil, las Fuentes Viejas y su tragedia, el descubrimiento de Villavieja, la memoria histórica que el pantano acalla...)
Durante una fría mañana del mes de Enero, visitamos por fin las ruinas de este castillo del S. X, protagonista sublime de episodios de la historia de Al Andalus y su último Emir. De la solemnidad que debió tener , solo quedan los restos potentes de algunas cimentaciones de las torres, que son horadadas por conejeras que provocan la desestabilización de los muros y una gran brecha en el lienzo de la muralla sur, acentuada, por la construcción de un camino de acceso que afecta a la conservación del castillo.
No obstante el otero bien merece una visita que nos ayuda a entender el paisaje circundante y observar desde la ruina de sus torres la historia de su entorno, torres vigilantes sobre el vado del río y que mediante barcas facilitaba el cruce del río Genil y la comunicación de los Ventorros de Balerma y campo Agro con la comarca de Algarinejo e Iznájar.
Observamos también hacia el levante, la imponente muralla natural que forma el tajo de roca y defiende el Poblado prehistórico de Villavieja en su lado norte. Como mudo testigo, el embalse de Iznájar, atesora en seno de su cofre esmeralda , la historia de estos valles en base a los recuerdos de ruinas iberorromanas, antiguos molinos, cortijos, sistemas de riego, viejos caminos empedrados que ayudaron a tejer leyendas que todavía se cuentan a la luz de una fogata, junto a los susurros de las fuentes de Cesna, desde donde se inicia el recorrido y a donde regresaremos para reponer fuerzas tras este agradable paseo. (Leyendas: el alcalde emparedado, el audaz huido que salvó su vida, el apresamiento de Boabdil, las Fuentes Viejas y su tragedia, el descubrimiento de Villavieja, la memoria histórica que el pantano acalla...)