Castillo de Alcalá de la Selva

El castillo, es lo que es. Pequeñito y no muchas salas. Pero han hecho un gran trabajo de restauracion y está cargado de historia. Si te gusta esta, la historia, preguntalé a Maria José, la guia oficial. Majisima. Enamorada de su pueblo y de sus monumentos. Le pone una pasión a todo, que hace que te involucres con su historia. Sinceramente, creo que ha sido lo mejor del dia. Conocer a esta mujer ha sido estupendo. Y como nos ha visto interesados en la zona, nos ha dado un montón de información de la buena, incluso de la que no figura en los folletos. En serio, es una crak. Personas como ella son las que hacen falta en su oficio. Pero estamos aquí por el castillo. Les queda mucho trabajo por hacer, pero por un euros y medio, merece la pena la visita y con esa miseria, se contribuye al mantenimiento del mismo. Por favor, no dejeis de visitarlo y preguntar mucho a Maria José. Vereis como salís content@s con la visita.

Estaba cerrado hoy siendo fiestas del pueblo. Subida no muy adecuada para personas con movilidad reducida, vamos una silla de ruedas olvídense...
Lo único bueno es el paisaje que se ve.

Castillo muy bonito liderando el cerro de Alcalá de la Selva. Cuando lo visité, estaba en restauración. Ojo con los horarios, abre los sábados a las 11:30 o a elección de los visitantes si se contrata con anterioridad.

Desde el pueblo se ve impresionante, parece que está en buen estado aunque no pudimos visitarlo ya que fuimos por la tarde y las visitas son por la mañana.

Se encuentra en lo alto de la localidad del mismo nombre, en la Comarca de Gúdar, en la provincia de Teruel. El castillo, de origen árabe, se encuentra en perfecto estado de conservación, le dió el nombre al municipio (Alcalá significa “Castillo” Al- Qala, la fortaleza), reconquistado por Alfonso II quien lo donó a la abadía francesa de la Gran Selva, de ahí el nombre, Alcalá de la Selva. Situada a 1500 metros sobre el nivel del mar, Alcalá de la Selva y su castillo son un lugar privilegiado, rodeado de naturaleza.

Su estructura interna está formada por un patio y una torre de lugar de residencia. Esta torre se divide en tres grandes salas, y presenta en su parte superior tres vanos que formaron parte de una galería aragonesa, similar a la del Castillo de Valderrobles, lo que significa que el castillo era más un lugar de residencia que de defensa.

Vale la pena visitar el castillo, ya no solo como visita al monumento, sino para ver lo que se ve desde allí: la Vega y paisajes de extraordinaria belleza de los alrededores de Alcalá de la Selva.

Está muy bien conservado (se rehabilitó hace unos años), y las vistas desde allí son expectaculares se puede ver por el exterior en cuálquier momento ya que está accesible, pero también existe una visita guiada los sábados a las 11. El acceso está señalizado desde la plaza del ayuntamiento y la iglesia, es fácil aunque con bastante pendiente por lo que hay que tomarselo con calma. También es interesante visitarlo de noche ya que tiene una buena iluminación.

Solo pudimos verlo por fuera. Tiene una forma irregular y está muy reconstruido. Es conveniente avisar antes a la oficina de turismo si se quiere visitar, ya que si hay grupos de 10 pueden hacer visitas extra.

La visita merece la pena sobretodo por las vistas. Además se visita muy rápido ya que no es muy grande. También merece la pena para aprender algo de historia sobre el pueblo. En la parte de arriba hay algunos paneles informativos, aunque estaría bien que con el tiempo se amplíen y mejoren.

El precio de la entrada es asequible y sirve para financiar la exposición y las excavaciones de la zona.

Excelente, muy bien conservado. Las visitas son los días sábados a las 11am pero el resto del día se puede ver desde él exterior. Muy buenas vistas!