Catedral de San Martín de Ourense

Sitio histórico muy bonito. Recomendable visitar y sobretodo con guía por las terrazas que nos costó 10€. Te lo explican todo estupendamente y el sitio merece la pena. En realidad es como una catedral normal y corriente pero con sus particularidades.

Bonita catedral románica, el precio es de 6€ con audio-guia, la Peña es que tenían cerrada la torre del campanario, su construcción es bastante sobria y oscura, como casi todas las iglesias románicas, pero sus retablos y esculturas, de estilos Pastores son muy bonitas, es de las pocas vistas obligadas (junto a las termas) de Ourense

Excelente catedral con verdaderas obras de arte y verdaderos tesoros religiosos. Situada en el casco antiguo de esta ciudad de Ourense. Catedral construida durante el periodo del arte románico y mezclada con arte gótico durante el siglo XII, con sus enormes pilares y bóvedas de sustentación. Merece la pena visitar el Pórtico de la Gloria de indudable arte y de enorme valor. Dispone de audio para saber los diversos altares y obras con todo tipo de explicaciones. Cierto es que sobre-coge esta catedral de incalculable valor y tesoros en ella depositados. Actualmente se esta efectuando una remodelación en general y sobre todo del retablo del Altar Mayor. No hay que perderse la visita a esta joya arquitectónica de innumerable valor y riqueza.

Una joya verdadera! El pórtico romano vale la pena verlo. Es recomendable comparar los billetes y entrar dentro para ver todo con sus propios ojos. Pedimos una audio guía y nos lo pasamos muy bien.

Ahora está en fase de remodelación y te pierdes cosas, pero siempre merece la pena conocer la arquitectura religiosa y sus historias. Date una vuelta que no estan caro.

Experiencia increíble, con audioguia. La chica de la entrada muy simpática y la Catredral Magestuosa. Nos ha encantado una visita muy amena

La Catedral de Orense es la gran desconocida. Es preciosa, lástima que esté ahora mismo con varias obras de restauración porque no se ve bien el arco del pórtico que es una joya.

Merece la pena la visita. Creyentes o no creyentes, es un bonito y curioso ejemplo arquitectonico. Las dos chicas de recepción eran muy amables.