Cementerio Viejo. Descampado detrás Albergue Peregrinos.

El antiguo cementerio del Carmen, que cerró sus puertas a los enterramientos hace 50 años, mantiene en pie sus muros. Sus tumbas fueron removidas y trasladadas al nuevo cementerio del Montearenas, El camposanto se construyó en el siglo XIX y fue el primero extramuros que tuvo la ciudad, con el objetivo de sacar fuera los enterramientos, ya que incluso se realizaban en la propia basílica de la Encina. Un lugar vinculado a la ermita del Carmen, fundada a finales del S. XVII y que, a comienzos del S. XVIII es cedida a los Carmelitas Descalzos y está ubicado al lado del actual albergue de peregrinos San Nicolás de Flüe. Durante varias décadas fue el lugar de descanso eterno para los habitantes de Ponferrada, hasta que en 1965 se cerró a nuevo enterramientos, tras abrirse el nuevo cementerio municipal.
Una de las curiosidades es donde el mítico guerrillero Manuel Girón fue trasladado tras ser abatido a tiros en las puentes de Malpaso, para ser examinado y finalmente enterrado a las puertas de la parte civil de este camposanto el 25 de mayo de 1951. Y allí permaneció hasta que en 1979 -cuando se fueron retirando todas las tumbas que quedaban-, un vecino de Ponferrada, Alfonso Yáñez, solicitó permiso municipal para exhumar los restos de Girón y trasladarlos al camposanto del Montearenas, que no se produciría hasta 18 años después, en 1997. La puerta del cementerio, de estilo clasicista y labrada en sillería de granito. Consta de dos gruesos pilares y arco rebajado de línea curvada por arriba, donde se integran las armas de la ciudad con corona real y frase conmemorativa que reza:
En silencio sublime esta morada
le dice al hombre, aspira a mejor vida
que todo en este mundo es polvo, nada.
En la cara interna de la arcada de la puerta principal, encontramos una de las cinco cruces Tau que hay en Ponferrada, asociada a el Temple o los Templarios.