Hospital Viamed Nuestra Señora Virgen del Carmen
C. Severo Ochoa, 26500 Calahorra, La Rioja, España
2.6
17 reseñas
8 comentarios
8279+VV Calahorra, España
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Lunes: 8–22
Martes: 8–22
Miércoles: 8–22
Jueves: 8–22
Viernes: 8–22
Sábado: 9–21
Domingo: 9–21
Martes: 8–22
Miércoles: 8–22
Jueves: 8–22
Viernes: 8–22
Sábado: 9–21
Domingo: 9–21
En los prospectos a todo color en papel satinado, en las fotos a todo color del centro, no se ve el frío que se pasó a principios de marzo, sin calefacción durante 4 días y sin poder hacerse con una segunda manta. Tampoco se ve en esas fotos el frío que se apodera del cuerpo cuando un día tras otro las 5 comidas del día llegan frías. Ni el ruido continuo de los televisores, que echan humo y son el centro de la habitación y de la experiencia del ingreso, a pesar de los numerosos carteles pidiendo silencio que sí salen en las fotos.
A veces una cosa ves y otra es, dice el refrán.
Soy viejo, pero no tonto.
Se pasa frío.
Las televisiones, todo el santo día encendidas, cada una en diferente canal y volumen más que alto. Esto se supone que es un centro de recuperación y convalecencia.
En mi caso, estuve interna 12 días para recibir 2 horas (dos) de fisioterapia. Y para que me hicieran una cura que se haría con ventaja estando yo en mi casa y acudiendo a mi ambulatorio cada tantos días. Y eso que la enfermera era una magnífica profesional.
No se puede pasear en exteriores más que en el recinto del patio. Nadie sabe a ciencia cierta que es exactamente el recinto del patio, ya que no hay ninguna marca física que lo señale. Parece consistir en rodear el edificio por un pavimento traicionero y en meterse entre los coches del parking y por la carpa donde se hacen los PCR.
El sitio está a medio hacer. Yo no haría la otra mitad. Derruiria la mitad que está hecha.
Imposible convalecer, imposible descansar, imposible coger fuerzas, imposible hacerse oír.
Todo brilla mucho en las fotos, pero la mitad de las cosas no funcionan o no se ponen a funcionar, excepción hecha de las teles, claro.
Zapping hospitalario, con 2 televisores por habitación y ningún control.
Imposible pasear por exteriores, salvo por el pavimento anexo a la clínica (con unos desniveles de miedo) y por el parking.
Muchas prohibiciones como esa derivan directamente de las carencias del centro, e ignoran al paciente y sus necesidades, en lugar de ponerlo en primerísimo lugar.
Así ad infinitud.
Otra cosa es en otros ámbitos...