Chiringuito "El Paso"

Experiencia desagradable, vamos mi familia y yo con mi mascota a tomar el aperitivo del día festivo, pedimos un pequeño cuenco para ponerle agua a nuestro perro y nos dicen que no, que no lo tienen permitido. Que pena que un sitio como un chiringuito en pleno paseo de la playa, donde la gente va a pasar el día con sus mascotas y hace parada a tomar algo allí, no tengan el pequeño detalle con las mascotas. Con la de sitios que hay donde no hace falta ni pedirlo, directamente tienen el detalle. Una pena, el próximo día no volveré, eso segurísimo!!!

Es la primera vez que venimos, hemos llegado a las 23h y nos han servido cena sin ningún problema ni pega, rápido y muy educados la verdad. Y mientras mi hijo puede jugar en el parque de al lado. Si volvemos por esta zona, volveremos sin duda!.

Bocadillos y tapas justitos y precio elevado.
La ubicación muy buena para ir con niños, primera línea de playa ⛱️ y parque con arena al lado. 🪣

Servicio pésimo, precios desproporcionados y calidad horrible no, lo siguiente, tuvimos que ir todos los que estuvimos allí al baño a la media hora, sanidad debería hacer controles a este tipo de sitios, ya que es peligroso beber o comer aquí.
Dueña y camareros super bordes y desagradables cuando les explicamos lo sucedido de buenas formas, si queréis pasar unas vacaciones sin problemas intestinales no vayáis.

Pedimos un limon granizado y un mojito de sandia, el mojito parecia que habian hechado la botella de ron entera 3 granos de azucar y 2 gotas de 7up (estava tan fuerte de ron que no se lo bebe ni un pirata), se lo hacemos saber a los trabajadores y en lugar de preocuparse en cambiarlo por uno menos cargado o mejorar ese de alguna manera solo se preocuparon de cobrar 8 euros por un mojito con 2 trozos contados de sandia, no espereis buen trato ni calidad de sus bebidas.
Saludos cordiales

La camarera se hace la sueca para no atenderme, cuando por fin se hace inevitable atenderme me atiende con prisa y ahorrando toda la simpatía posible. Cuando un local suele estar muy lleno, esto me resulta comprensible, pero al tener la terraza prácticamente vacía pues me sorprende. Tras servirme, no pasar diez minutos y mucho menos habiéndome acabado mi cerveza, me trae la cuenta. Le agradezco la información y sigo bebiendo. A los pocos minutos me achucha preguntándome si efectivo o tarjeta.

En general me voy por la evidente impresión de que no se me quiere como cliente cuando mi plan original hubiera sido seguir consumiendo.

Estuvimos sentados en la terraza con 4 perros. Éstos, sentados sin hacer nada, estaban cerca de otra mesa que estaba al lado.
Se quejaron de los perros pero la camarera de muy malas formas nos dijo "bastante que dejamos tener a los perros aquí".
Trato pésimo. No volveremos

Un buen sitio para tomarse algo se lo recomiendo a todo el mundo, tiene unas vistas espectaculares