En estas fechas de Semana Santa me encanta las torrijas y de hecho me gusta recorrer las calles de nuestra ciudad del centro de Sevilla y alrededores y poder degustar la increíble gastronomía de nuestro bares y restaurantes en materia de postres y cafés ☕️. Pero sin duda y con perdón de mí madre que hasta hoy yo pensaba que hacía las mejores torrijas del mundo 🌎... He descubierto gracias a Dios 🙏 que las mejores torrijas que he probado desde que tengo uso de razón sin duda son las de las Monjas Dominica. Son delicias, sabrosas y perfectas. Lo siento madre pero tengo que ser honesto.
Daniel Escribano2 años atrás
Me encanta comprar dulces que hacen en este convento.
Los hacen manualmente, y eso se nota en la calidad e lode mismos, sobre todo en los materiales que utilizan.
Es un gran sitio para comprar unos dulces, ayudar a su comunidad, y regalarlos a amigos o familiares, sobre todo sabiendo que no se pueden adquirir en cualquier lugar.
Las monjas que atienden son muy simpáticas.
Rafael Hernández2 años atrás
Dulces artesanales santificados por las manos de las monjas.
Antonio Arévalo2 años atrás
Misa de 8,30 de la mañana. Canto de las monjas dominicas. Sin aglomeración. Homilía adecuada y breve. El sacerdote, con cuidada devoción, cumple las normas anticovid y se limpia los dedos entre comunión y comunión. El 99% de los asistentes también y se desinfecta las manos antes de comulgar. Finaliza la Eucaristía con la oración cantada de las monjas. Es un lugar magnífico para orar con tranquilidad. El convento también vende dulces. Yo recomiendo la torta real.
Ana Faura2 años atrás
Dulces artesanos de estas monjas de clausura. Recuerdo cuando iba con mi prima a comprarlos para merendar.
Por otro lado: Ver a las monjas cantarle al "simpecao" camino del rocio, cuando pasa por la puerta del convento, es un momento muy especial.
Angel Fernandez Millan2 años atrás
Las magdalenas son una delicia. Esponjosas y suaves. Muy recomendable.
Alberto Perez2 años atrás
Repostería muy deliciosa y bien hecha
ángeles mar tierra aire2 años atrás
Lugar de culto precioso y acogedor ,con sus monjitas que son todas adorables y sus instalaciones estupendas para escuchar la palabra de Dios.
Los hacen manualmente, y eso se nota en la calidad e lode mismos, sobre todo en los materiales que utilizan.
Es un gran sitio para comprar unos dulces, ayudar a su comunidad, y regalarlos a amigos o familiares, sobre todo sabiendo que no se pueden adquirir en cualquier lugar.
Las monjas que atienden son muy simpáticas.
Es un lugar magnífico para orar con tranquilidad.
El convento también vende dulces. Yo recomiendo la torta real.
Recuerdo cuando iba con mi prima a comprarlos para merendar.
Por otro lado:
Ver a las monjas cantarle al "simpecao" camino del rocio, cuando pasa por la puerta del convento, es un momento muy especial.