Entiendo las costumbres y la fe de la gente. Lo que no entiendo es lo siguiente: porqué este señor programa las campanas para que den DOS VECES LA MISMA HORA!!! Y asi desde las 8 menos 5 de la mañana…no tiene sentido el alterar el sueño de los vecinos sin sentido alguno, la gente trabaja, madruga y en mi caso los que venimos de visita buscando un poco de paz. Es una vergüenza
RICKY14942 años atrás
Pequeña iglesia que conserva todo su encanto. Lugar de la visita: Iglesia de San Martín Fecha de la visita: 15.06.2019 Esta pequeña iglesia fue construida a principios del siglo XVIII y consta de tres naves con forma abovedada. El campanario, con forma de torre es visible desde cualquier zona del pueblo. Es una pena que casi siempre esté cerrada.
Tino Fernández2 años atrás
Es un pueblo que hay que visitar, ya que tiene buenos lugares que visitar, una arquitectura que sorprenderá, así como un iglesia de estilo barroco del siglo XVIII en el centro. Tiene un río canalizado que atraviesa el pueblo con paseos de madera por encima. Esta a pocos kilómetros de la autovía A8. Hay un bosque muy bonito al lado del río con mesas de madera donde comer además de un parque de juegos para niños. También aquí hay un buen restaurante donde comer con buenos precios y nada caro. Recomiendo la visita a Cabezón de la Sal. Volveré.
Jaime T.2 años atrás
Típica iglesia parroquial, de origen barroco. Los retablos, dorados, son realmente bonitos. Vale la pena realizar una visita.
Jose Luis Esteban Benito2 años atrás
Antigua iglesia curiosa y bien conservada
Sonsoles Cuena2 años atrás
Preciosa iglesia muy bien conservada. El silencio en el templo facilita el culto
VM AUV2 años atrás
Magnifica iglesia y magníficamente conservada y mantenida.
Sin embargo, asistí el pasado domingo y sentí verdadero espanto de los cánticos protestantizados animando a los fieles a palmotear. Ignoro si en breve pasarán a las danzas regionales.
En la iglesia ni se dan palmas ni se aplaude, pues se pierde la esencia misma de la liturgia. Los aplausos y las palmas, ante todo, se oponen al decoro y la belleza propios de la liturgia. Se trata del culto de la Esposa de Cristo, en el que deben resplandecer el orden, la mesura, y las manifestaciones contenidas.
No hay una sola evidencia bíblica que indique la adoración por medio de aplausos; en la Escrituras se enseña el respeto y la reverencia por la presencia de Dios
- Juan, «Cuando le vi, caí como muerto a sus pies» (Ap. 1:17)
- Isaías,”¡Ay de mí! que soy muerto; porque siendo hombre… han visto mis ojos al Rey, Jehová de los ejércitos» (Is. 6:1,5)
- «Jehová está en su santo templo; calle delante de él toda la tierra» (Hab. 2:20)
Como enseña S.S. el Papa Benedicto XVI, «la liturgia cristiana se define por su relación con el Logos» ("El espíritu de la liturgia. Una introducción"). «La liturgia cristiana no está abierta a cualquier tipo de música». Una música que «arrastra al hombre a la ebriedad de los sentidos, pisotea la racionalidad y somete el espíritu a los sentidos», no eleva al hombre. Por eso la música litúrgica debe ser tal que, superando la sensualidad, eleve el corazón (sursum corda, “levantemos el corazón”). La liturgia debe ser cósmica, es decir, abierta al canto de los ángeles «que rodean a Dios e iluminan el universo». «Nosotros, al celebrar la Santa Misa, nos incorporamos a esta liturgia que siempre nos precede. Nuestro canto es participación del canto y la oración de la gran liturgia que abarca toda la creación». Por tanto, en la liturgia, los cantos deberían ser tales que se puedan cantar en presencia de los ángeles. Los instrumentos son el coro de las criaturas que acompañan la voz del hombre en la alabanza divina.
Estaría bien que el Sr. Párroco reconsiderase las formas de alabanzas musicales para que realmente se eleven al Cielo como tales, y con ellas las almas de los fieles durante la celebración del Sacrificio de Nuestro Señor. Asimismo, un reclinatorio para invitar y facilitar que los fieles podamos recibir a Nuestro Señor con el debido respeto también sería muy de agradecer.
Martin Gonzalez Teja2 años atrás
San Martín, es mi Santo favorito después de San José y San Francisco de Asis. Es una parroquia muy bonita en el centro de Cabezón de la Sal. Puede que a simple vista no parezca nada del otro mundo, pero es un lugar perfecto para encontrarte con Dios y rezar un rato. El problema es que como casi todos los templos hoy en día, casi siempre está cerrado. Es cuestión de aprovechar un rato antes o después de misa. Me gusta.
Lugar de la visita: Iglesia de San Martín
Fecha de la visita: 15.06.2019
Esta pequeña iglesia fue construida a principios del siglo XVIII y consta de tres naves con forma abovedada.
El campanario, con forma de torre es visible desde cualquier zona del pueblo.
Es una pena que casi siempre esté cerrada.
Esta a pocos kilómetros de la autovía A8.
Hay un bosque muy bonito al lado del río con mesas de madera donde comer además de un parque de juegos para niños. También aquí hay un buen restaurante donde comer con buenos precios y nada caro.
Recomiendo la visita a Cabezón de la Sal. Volveré.
Sin embargo, asistí el pasado domingo y sentí verdadero espanto de los cánticos protestantizados animando a los fieles a palmotear. Ignoro si en breve pasarán a las danzas regionales.
En la iglesia ni se dan palmas ni se aplaude, pues se pierde la esencia misma de la liturgia. Los aplausos y las palmas, ante todo, se oponen al decoro y la belleza propios de la liturgia. Se trata del culto de la Esposa de Cristo, en el que deben resplandecer el orden, la mesura, y las manifestaciones contenidas.
No hay una sola evidencia bíblica que indique la adoración por medio de aplausos; en la Escrituras se enseña el respeto y la reverencia por la presencia de Dios
- Juan, «Cuando le vi, caí como muerto a sus pies» (Ap. 1:17)
- Isaías,”¡Ay de mí! que soy muerto; porque siendo hombre… han visto mis ojos al Rey, Jehová de los ejércitos» (Is. 6:1,5)
- «Jehová está en su santo templo; calle delante de él toda la tierra» (Hab. 2:20)
Como enseña S.S. el Papa Benedicto XVI, «la liturgia cristiana se define por su relación con el Logos» ("El espíritu de la liturgia. Una introducción"). «La liturgia cristiana no está abierta a cualquier tipo de música». Una música que «arrastra al hombre a la ebriedad de los sentidos, pisotea la racionalidad y somete el espíritu a los sentidos», no eleva al hombre. Por eso la música litúrgica debe ser tal que, superando la sensualidad, eleve el corazón (sursum corda, “levantemos el corazón”). La liturgia debe ser cósmica, es decir, abierta al canto de los ángeles «que rodean a Dios e iluminan el universo». «Nosotros, al celebrar la Santa Misa, nos incorporamos a esta liturgia que siempre nos precede. Nuestro canto es participación del canto y la oración de la gran liturgia que abarca toda la creación». Por tanto, en la liturgia, los cantos deberían ser tales que se puedan cantar en presencia de los ángeles. Los instrumentos son el coro de las criaturas que acompañan la voz del hombre en la alabanza divina.
Estaría bien que el Sr. Párroco reconsiderase las formas de alabanzas musicales para que realmente se eleven al Cielo como tales, y con ellas las almas de los fieles durante la celebración del Sacrificio de Nuestro Señor. Asimismo, un reclinatorio para invitar y facilitar que los fieles podamos recibir a Nuestro Señor con el debido respeto también sería muy de agradecer.