Igrexa de Santa Marta

El cura muy bien pero Maria Luisa muy repugnante los niños con miedo y no quieren volver a misa

D. José Manuel, párroco de Sta. Marta es, según lo vivido en su parroquia, un verdadero Pastor y Cura de almas. Él, como seguidor del carisma salesiano, se relaciona siempre con auténtica alegría con sus feligreses y con cualquier fiel cristiano que se le acerque y también acoge con el mismo talante a no cristianos e incluso ateos, buscando en alguna ocasión el diálogo con estos últimos hasta con riesgo de su vida.
No sólo su alegría, sino también su sencillez y su expresión que álguien a primera vista podría tachar de excesivamente infantil (si ese álguien no ha profundizado en el Evangelio de Jesucristo: 'si no os hiciéreis como niños... ') lo convierten en una persona encantadora. D. José Manuel merece, a buen seguro, ser un peregrino que camina con paso cierto y orientación inequívoca hacia el encuentro feliz con Dios Padre como Pastor al frente de su pequeño rebaño. Que el Señor lo bendiga y le permita vivir feliz entre sus feligreses por muchos años en esta parroquia compostelana de Sta. Marta.

Magnifico templo de piedra granítica, no es muy grande, pero es muy acogedor, Y lo mejor esta en su interior: El Sagrario, con el Señor, y Su Párroco, El Padre, D. José Manue Manuel Man Manuel Manuel Manuel Manuel Manuel Manuel

El párroco entrañable aunque la iglesia es pequeña... Hace un lugar de paz.... Hasta que interviene la sacristána... Se puso a reñir sin sentido... En una comunión..cuando ya había terminado... Le quitara a la gente las ganas de ir a esa iglesia.... Una pena porque el sacerdote llega al corazón

El párroco es una excelente persona. La misa del domingo después de Catequesis es perfecta para los niños. Lástima que sea una iglesia tan pequeña!

Una iglesia pequeña y encantadora! El párroco es muy amable y alegre!

Buena situación en la ciudad de Santiago de Compostela,acogedora y con amplio horario de misas.

Es tan pequeña que podría ser una ermita, la ciudad creció y se quedó en medio, nada meritorio para justificar visita turística, aunque es lugar de paso de los peregrinos de la costa.