CH Carolina Herrera

Experiencia de compra muy desagradable e innecesaria para este tipo de boutique. Acabé en El Corte Inglés que tratan con más respeto al consumidor.

Estuve ayer con la intención de comprarme algo para la comunión de mi sobrino y las dependientas fueron un poco desagradables. Me fuí al espacio de Carolina Herrera que hay en el corte inglés y lo dejé pedido allí donde la chica que me atendió si que fue súper amable.

Al no tener opción a poner opinión en el córner de El Corte Inglés, lo voy a poner aquí. El trato, para ser una marca como esta, en ocasiones es un poco escasa. No se puede dejar al cliente sin una respuesta y menos, decir que me avisarían con el producto que había pedido y que a día de hoy (dos meses más tarde) aún no tenga noticias. Por fortuna, en la tienda oficial de Carolina Herrera si me atendieron de forma correcta. Es una pena, que debería tener la firma más cuidado en un sitio como el Corte Inglés. Por lo general, seguiré comprando en la marca.

La ubicación en el centro de Granada es muy buena pero a veces es difícil aparcar en la zona. Incluso en el parking de pago. El personal es muy atento y agradable

Las dependientas de la tienda de Carolina Herrera del centro de Granada, ofrecen un trato poco acorde para un tipo de tienda como esta; carecen de educación y el trato con los clientes es frío y desagradable.
Por este motivo nos fuimos al córner de la marca en el Corte Inglés, donde nuestra experiencia fue totalmente contraria, encontrándonos con un personal educado, amable dispuesto a agradar.

La tienda es preciosa, al igual que todas, pero la la mujer que me atendió ayer por la tarde nos trato de manera impertinente, sin sonreír y metiéndonos presión.
Nada más entrar nos dijo :¿Que queréis?... ni un saludo, y al decirle que no estábamos echando un vistazo, puso mala cara y nos dejó solas en la tienda yéndose a almacén durante unos 10 minutos, nos quedamos sorprendidas y no nos llevamos nada solo por cómo nos habló, fuimos a otro CH.

La peor sensación, que te traten desde que entras como si fueras a robar. Pensaba regalarle unos zapatos (bastante caros) a mi novia, pero no nos los quisieron enseñar (al final vimos que sí que estaban en la tienda pero no nos los sacaron hasta que los encontramos nosotros). La dependienta estuvo todo el tiempo mirándome de arriba abajo y resoplando. Me fui de allí con la sensación de ser juzgado por alguien que ni me conoce ni sabe lo que quiero o puedo comprar. Al final, las he comprado por Internet.

Soy clienta de esta tienda y siempre me han atendido de una manera excelente. Berta es muy servicial y siempre salgo contenta con el trato recibido.