Hubo varias cosas que no me gustaron. En septiembre, no dejaban salir a los niños, decían que así la iniciación era más fácil. De forma que se pasaban todo el día llorando en una habitación. A mí parecer, deberían aprovechar el buen tiempo y dejar que se distraigan a fuera, al menos, el mío, cuando salía se lo pasaba bien. Yo creo que sería más fácil para las profesoras, que los tendrían más controlados, pero no para los niños. A nosotros nos pasó que nuestro hijo estaba siempre enfermo y la pediatra nos hizo un justificante para que lo desapuntaramos todo el invierno, ya que casi no comía y empezó a afectarle al peso y la altura. Al comunicarlo al centro, no nos guardaban la plaza, y nos volvían a hacer pagar la matrícula. Actuamlemnte lo llevamos a otra guardería y vaya diferencia. No vale la pena hacer pasar al niño por ello, hay sitios mejores y más baratos.
A nosotros nos pasó que nuestro hijo estaba siempre enfermo y la pediatra nos hizo un justificante para que lo desapuntaramos todo el invierno, ya que casi no comía y empezó a afectarle al peso y la altura. Al comunicarlo al centro, no nos guardaban la plaza, y nos volvían a hacer pagar la matrícula.
Actuamlemnte lo llevamos a otra guardería y vaya diferencia. No vale la pena hacer pasar al niño por ello, hay sitios mejores y más baratos.