Iaia Lluïsa

Es una panadería en su interior pequeña para desayunar pero muy acogedora con sus aparadores, estanterías con vintage. Después tiene una amplia terraza en la cual tiene las vistas a Vallparadis. El producto se ve muy fresco del día y los bocadillos te los hacen al gusto del consumidor y al instante. Precio muy asequible y mucha amabilidad por parte de los trabajadores. Genial para comenzar un buen domingo

Siempre voy con mis amigas a desayunar los domingos, es como si fuese mi casa, son súper amables y los cruasanes riquísimos.

Lugar recomendable para desayunar, excepto esos sábados los cuales trabaja ese personaje pedante, con barriga de preñada, gafas, canas, pelo medio rizado y esa halitosis crónica que hace que te vayas tres pasos atrás cuando le pides el desayuno.
La última vez me tiro el cambio casi a la cara, solo por comentarle que el trato al cliente debería mejorarlo, asistiendo tanto su compañera como los 2 clientes que esperaban a ser atendidos a mi lado.
Es una pena dejar de ir, por personas que no saben mantener el tipo cara al público, por eso solo 3 estrellas, ya que por lo demás nada que decir.

Buena gente, buen servicio. El primer café del día!!

Los domingos por la mañana, es mala idea comprar allí, la persona mayor que atiende de forma malhumorada y sin educación, no pregunten si algún producto es del día, no les gustará la respuesta. No disponen tampoco de tabla de precios visible.

Una panadería perfecta para tomar algo al aire libre, esta tan cerca de Vallparadís que es como si es tubieras en el parque, muy amables.
Por cierto añado... compramos un brazo gitano de nata y estaba muy bueno.

Buenos productos y buena atención.

La verdad es que he ido varias veces a desayunar a este sitio con mi pareja, y el desayuno y los precios están bien, las primeras veces que fuimos nos atendió una chica joven y la verdad que muy bien, pero el día de hoy nos atendió una señora mayor, nosotros habíamos cogido una mesa en el interior de la cafetería, y de un momento a otro se llenó, con lo que el aforo sobrepasaba lo permitido teniendo en cuenta lo del Covid, vino a la mesa de nosotros y de una forma muy desagradable y muy mal educada nos saco de la cafetería a pesar de haber llegado antes, insisto muy bien el desayuno y los precios, pero nos han hecho pasar un muy mal rato chillando allí delante del resto de clientes con lo fácil que es ser educado y pedirle al cliente que por favor se haga en la terraza. Suficiente para no volver a desayunar a este sitio.