Durante el mes de abril, mi pareja y yo tomamos la decisión de casarnos.
En primer lugar, llamé por teléfono al Juzgado de Paz para informarme. Sorprendentemente, me dijeron que no podían indicarme telefónicamente los documentos que se necesitaban para iniciar un expediente matrimonial. Según me explicaron, disponen de una hoja informativa con los requisitos necesarios. Sin embargo, cuando les pedí amablemente que, dada la situación de confinamiento, me remitiesen esta información por e-mail o me indicasen dónde consultarla, NO lo hicieron. En todo momento, la única opción era acudir presencialmente al Juzgado de Paz.
A finales de junio, con el levantamiento del estado de alarma, decidimos iniciar los trámites de nuestro expediente en Valencia capital, con un resultado completamente diferente. No hubo ningún problema en informarnos telefónicamente. Siempre encontramos cercanía y facilidades.
Nuevamente, surgieron dificultades cuando nuestro expediente se remitió al Juzgado de Paz de Alfafar. Viendo que la fecha de la boda se acercaba y todavía no se había devuelto el expediente al Registro Civil de Valencia, decidí personarme en el Juzgado de Paz de Alfafar, para conocer de primera mano la situación de mi expediente. Como hubiese hecho en cualquier otra situación cotidiana, pregunté amablemente con quién tenía el gusto de hablar. Todavía recuerdo cómo alguien me espetó con acritud: “un funcionario no tiene el porqué dar su nombre”.
No es propio de los tiempos actuales utilizar la normativa como “arma arrojadiza” contra los vecinos, que esperan ayuda de los funcionarios de su pueblo.
Juan Jose Miravalls2 años atrás
Prepotencia, ineptos, incapaz de atender al ciudadano, se niegan a atender una actuación que en otros juzgados de paz si lo hacen. Mucha soberbia
Veronica arriba2 años atrás
La señora que te atiende no tiene ningunas ganas de trabajar, es maleducada y prepotente. Es vergonzoso
Nomada Del mundo2 años atrás
Sin palabras, todas las "secretarias" mal educadas, y mil adjetivos más que prefiero quedarmelos para mí.
Manoli Moreno cruz2 años atrás
La señora que atiende super bien te ayuda más de lo que puede una matrícula de honor pocas como ella
En primer lugar, llamé por teléfono al Juzgado de Paz para informarme. Sorprendentemente, me dijeron que no podían indicarme telefónicamente los documentos que se necesitaban para iniciar un expediente matrimonial. Según me explicaron, disponen de una hoja informativa con los requisitos necesarios. Sin embargo, cuando les pedí amablemente que, dada la situación de confinamiento, me remitiesen esta información por e-mail o me indicasen dónde consultarla, NO lo hicieron. En todo momento, la única opción era acudir presencialmente al Juzgado de Paz.
A finales de junio, con el levantamiento del estado de alarma, decidimos iniciar los trámites de nuestro expediente en Valencia capital, con un resultado completamente diferente. No hubo ningún problema en informarnos telefónicamente. Siempre encontramos cercanía y facilidades.
Nuevamente, surgieron dificultades cuando nuestro expediente se remitió al Juzgado de Paz de Alfafar. Viendo que la fecha de la boda se acercaba y todavía no se había devuelto el expediente al Registro Civil de Valencia, decidí personarme en el Juzgado de Paz de Alfafar, para conocer de primera mano la situación de mi expediente. Como hubiese hecho en cualquier otra situación cotidiana, pregunté amablemente con quién tenía el gusto de hablar. Todavía recuerdo cómo alguien me espetó con acritud: “un funcionario no tiene el porqué dar su nombre”.
No es propio de los tiempos actuales utilizar la normativa como “arma arrojadiza” contra los vecinos, que esperan ayuda de los funcionarios de su pueblo.