Centro Dental Milenium Paterna

Como restaurante la verdad es que es un lugar que debería haber cerrado Sanidad hace bastantes años, no sé si es que acaso tendrán algún amigo inspector o qué. La comida está fría por lo general, tardan muchísimo en atenderte y en mi caso la lechuga de la hamburguesa estaba pocha, parecía que le fuera a salir un gusano por ahí.

Como bar, taberna oscura y bastante lamentable con cerveza que sabe a meado de burra, la aguaran para ahorrar los muy tacaños. El olor en ambas salas es bastante sospechoso, y el suelo si no te mueves durante un par de minutos acaba absorviendote haciéndote parte del mobiliario de esta cosa. Un punto a favor es que los que se quedaron así al menos dan conversación y recomiendan platos, se nota que llevan años ahí.

El dueño se dedica a hacer llamadas por el móvil en medio de la sala y a grito pelao en lo que creo que es un protoindoeuropeo venido a menos, sospecho que forma parte de alguna familia mafiosa porque además la gente hacía unos viajes realmente extraños a los aseos y en sí había una clientela bastante extraña cuya presencia incomodaba según entrabas. Llegados a un punto en la cena, una señora se nos sentó en la mesa y empezó a cortarse las uñas de los pies, luego supimos que era la dueña consorte.

Ah, cobran la cesta del pan que te ponen sin preguntar. Una experiencia surrealista, la verdad.

A pesar de estar atendido por buenos profesionales. La política que se rige este centro para atender a los usuarios no es de mi agrado. Sus precios son altos, pero observas como se aproximan a precios casi de mercado, si firmas un compromiso anual pagando cuotas de 8€ mensuales (96 € anuales) a cambio de concederte dos limpiezas y revisiones no profundas gratis. No lo aconsejaría debido a que no acaba de convencerme.