Interfunerarias
Calle Dr. Azpitarte, 2, 18012 Granada, España
4.6
21 reseñas
8 comentarios
59QR+FH Granada, España
Reportar ubicación
Reclama esta ubicación
Lunes: 00–24
Martes: 00–24
Miércoles: 00–24
Jueves: 00–24
Viernes: 00–24
Sábado: 00–24
Domingo: 00–24
Martes: 00–24
Miércoles: 00–24
Jueves: 00–24
Viernes: 00–24
Sábado: 00–24
Domingo: 00–24
Nuestra experiencia ha sido pésima.
3 técnicos del personal que se encargaban de nuestro caso y cual peor.
Tanatorio sucio, sin una triste tila nada más llegar, tuvimos que llamar en todas las ocasiones porque nos tenían desinformados y abandonados, tanto que solo hicieron una visita al tanatorio donde estábamos para pedir el número de cuenta, sin tacto y delante de todos los familiares. Se supone que están para acompañar, y para que no te preocupes por ciertos detalles o informarte de horarios al menos, pero nada de eso pasó, la familia pendiente de llamar a interfunerarias y no al revés.
Estuvimos aquí en esta oficina y esperamos que, ya que el daño moral no lo van a arreglar, solucionar lo que se pueda y lo único que añadir es que el señor que nos atendió en la oficina para poner la queja, se mostró atento y dolido con la situación, por él es que tuvimos la sensación de que no estaban riendo de nosotros, por lo demás fue un servicio nefasto, que añadido a la pérdida de un ser querido no le deseo a nadie.
1. Nos dijeron que teníamos que verificar el cuerpo de mi padre a las 12 de la mañana en el forense, pero cuando fuimos, resulta que lo llevaron directamente al cementerio. Cuando llegamos al cementerio, nos dijeron que lo devolvieron al forense y que el entierro se iba a retrasar porque no fuimos a esa hora al sitio que nos dijeron mal. Los familiares y amigos (cabreados) tuvimos que reunirnos otro día más, gente que tuvieron que viajar para venir al funeral.
2. Nos pusieron símbolos religiosos cuando los familiares especificamos que no los queríamos con antelación.
3. La factura del entierro llegó 3 meses después. El seguro de Decesos nos comentaba que está funeraria no le enviaba la factura.
Una total vergüenza, que en esos momentos de dolor agravó la situación.