Trato nefasto por parte del gerente del tanatorio piñero de Puerto lumbreras hacia los familiares de la fallecida. A pesar de tener el parte de defunción del médico que certificó su muerte (parada cardio respiratoria originada por su vejez), Gonzalo insistio que no se fiaba de nadie alegando que no confiaba en la opinión de ningún experto, precintado el ataud. No nos dejó velar ni despedirnos de mi abuela mostrando así un trato deshumano y frío por su parte en estos momentos tan delicados por los que pasó la familia. Lo único que le importaba era hacer el servicio lo antes posible enterrando a mi abuela 10h después de su fallecimiento.
