Fuente La Teja, Hotel/Casa Rural, Güejar Sierra, Sierra Nevada, Granada

Hemos estado 3 días con nuestros dos perros en una habitación con terraza y vistas a las montañas. El hotel es muy bonito y acogedor, está todo muy limpio y está en pleno parque natural, a poco más de 2 km del pueblo. La atención de los dueños es inmejorable, son muy simpáticos y serviciales y siempre atentos para que no te falte de nada y te sientas agusto, y lo mismo para el resto del personal (camareras y limpieza). También pudimos disfrutar de la piscina, que está muy bien, y de la fabulosa comida. El desayuno es variado y abundante, compuesto de tostadas con pan de pueblo, zumo de naranja , café, tomate natural, aceite de oliva, embutidos, mantequilla, mermelada, patés y Nutella. También hicimos un almuerzo y una cena, y todo riquísimo y preparado con mucho cariño. Es un sitio con mucho encanto que recomendaría sin dudar y al que esperamos volver pronto.

Hemos estado super agusto. La casa es preciosa, situada en medio de la montaña, con unas vistas muy bonitas. La pareja que lo regenta lo dan todo para que te sientas como en casa y realmente lo consiguen. Son un amor y mencionar también a las dos personas que ayudan en el servicio de mesa y limpieza, de 10 también.
Las mascotas son bienvenidas y no te cobran por ellas, algo que no siempre ocurre y pueden estar en las zonas comunes atadas y sin molestar al resto.
El precio de la noche, de las bebidas y comidas es muy correcto, no se exceden.
Puntualizar que el GPS puede meterte por un camino de cabras difícil de conducir y peligroso, haciéndote llegar a una propiedad privada donde tendrás que dar la vuelta, con lo que no entréis por Quéntar, sino por Güijar.
En definitiva, muy recomendable para conocer zonas de Granada y desconectar de la rutina.

Los dueños son muy agradables y atentos. Estuve un día y todo fue genial: habitación, limpieza, comida (desayuno incluido y abundante), atención...Un lugar ideal para descansar después de una dura jornada de senderismo por Sierra Nevada.

Mieke y Marc..todo se resume en este matrimonio que literalmente desde el minuto uno y en todos los aspectos hacen que te sientas como en casa..
Es importante cambiar el concepto y pretensiones que tenemos cuando vamos a un hotel...la experiencia recuerda más a cuándo llevas mucho tiempo sin ver a un familiar y vas a pasar unos días con el.
Literalmente venir a este lugar es venir a compartir con este matrimonio el que es su hogar y cuidan con mimo y esmero.
Habitaciones limpias,cuidadas, con materiales de primera calidad,ventanas de PVC,suelos de cerámica de primera y detalles rústico que te envuelven en cualquier parte del recinto.
Hemos estado con nuestros dos hijos de 6 y 16 meses y ellos han disfrutado de todo incluido juegos y juguetes que hay en el salón principal y nosotros hemos podido desconectar y respirar aire fresco.
Respecto a la cocina este matrimonio belga se ha adaptado perfectamente al paladar español,Marc es un excelente cocinero con inquietud por aprender de nuestra gastronomía,pero respetando lo casero y por supuesto unas buenas patatas fritas frescas y cortadas a mano.
Todo esto por supuesto mientras mieke te prepara la mesa como si en tu casa estuvieses.
Sin duda volveremos pronto y seguramente acompañados de más familia.
¡Buen invierno y felices Navidades de parte de esta familia.

Hotel rural situado en plena naturaleza donde se respira aire puro, paz y tranquilidad. Ideal para desconectar del trabajo y del ajetreo de la ciudad.
Atención impecable del personal del hotel: Amables y buenas personas.
Desayuno y comida excelente a buen precio.

Estuvimos desde el 19/07/22 al 25/07/22 en uno de los bungalows (o cabaña), disfrutando de unas magníficas vacaciones y en un entorno privilegiado y de una atención y amabilidad excelente por parte de los dueños y personal del hotel.

Un lugar para desconectar, las vistas espectaculares pero sobretodo los dueños son encantadores te hacen sentir como en casa, la comida fantástica, y no me puedo olvidar de Mari, la chica de la limpieza, es estupenda, gracias a todos. Repetiremos seguro.

Un lugar increíble para desconectar, mucha paz y tranquilidad, me desconecté tanto que lo único que lamento no haber interactuado más con Maike y Mark 😜, (los dueños muy amables y encantadores) cosa que solucionaré cuando vuelva, porque volveremos seguro
Cómo cuesta arrancar después de venir de un sitio tan especial
Lo recomiendo al 100 por 100
Un saludo para Maike i Mark 🥰🥰🥰

La estancia fue muy agradable, el entorno rural con ganado pastando libremente y una yegua y un potro en la finca a los que puedes ir a saludar y acariciar , era lo que buscábamos y nos encantó. Si bien es cierto que la carretera para llegar al pueblo para mi gusto se hacía larga debido a las curvas prolongadas que tiene. Por último decir que fuimos con nuestro bebé de dos años y el salón comedor está muy adaptado con juegos y entretenimiento para los niños. Fue genial !