San Jose Del Valle

Ideal para llegar a dormir y desplazarte por las playas de Cádiz durante el día. Los desayunos se disfrutan mucho en el entorno. El personal es atento y amable, aunque anticuado está muy limpio.

Lo esperado en un hotel de una estrella. Precio normal para esta época del año. Instalaciones correctas. Personal amable. La única pega el aire acondicionado, por la noche apagado al ser centralizado y al amanecer a todo lo que daba de sí, además de ser muy ruidoso.
Al lado se encuentra una pequeña granja con animales que por la noche pueden llegar a ser molestos.

La noche más larga y ruidosa que pase en el hostal no se la deseo a nadie,nos toco la habitación 18 que esta en el último piso (sin ascensor) junto a unos perros Toda la Noche ladrando TODA la noche .Bajamos a las 5 de la madrugada para quejarnos y no había nadie en recepción,llamamos por teléfono y nada.Un desastre ,no se puede tener unos perros ladrando y que pasen los dueños.Ademas la cisterna del baño perdía agua por lo cual más ruido y nos encontramos un pelo en las sábanas. Todo muy negativo y la habitación me costó 100€ caro para lo que fue

Hostal sencillo pero muy recomendable para hospedarse cerca de las playas de Bolonia y Tarifa. Tiene un bar/restaurante en la planta baja. Hemos estado muy a gusto por el trato recibido del personal del hotel.

Lugar bien ubicado para las playas . Um poco antiguo pero muy limpio.
El flan de queso es buenísimo muy casero. Esta muy bien por ser um hostal, podéis desfrutar de un entorno rural con vistas a los animales como cerditos caballo e hasta toros.

Estupendo para alojarse, el servicio muy bueno la gente maravillosa, buen trato, desayunos y comidas muy ricas y después en los veladores se puede estar al fresco con una buena Copa de vino o un licor, lo recomiendo, la playa de Bolonia,cerca a cuatro km.

Se espera de un hotel que sean resolutivos cuando hay un problema. Primer día: tras un día de playa apetece una ducha refrescante y si la ducha está rota difícil es dársela. Segundo día: no sale agua fría, tras quejarnos y escuchar las blasfemias del dueño (como si nuestra fuera la culpa) nos ofrece como soluciones llenar la bañera de agua y dejar que se enfríe, ducharnos con agua ardiendo o utilizar las duchas del servicio (los fontaneros al parecer en Facinas no existen) tras cuatro horas de quejas y con la consiguiente interrupción de nuestro itinerario nos dejan ducharnos en otra habitación, eso sí primero advirtiendo que limpiáramos la ducha al terminar y que esa habitación no era la suite que teníamos contratada, nuestra sorpresa fue que era prácticamente idéntica a la nuestra por la cual habíamos pagado más.No apetece andar de vacaciones y que te hagan sentir que los problemas del hotel son los tuyos, para eso ya están los de casa, se espera una resolución amable de los mismos sin pega alguna. Todo hay que decirlo gracias a Juan que al menos puso empeño en solucionar cada percance y a la chica de recepción que nos brindó una conversación agradable. En lo general, nefasta experiencia, tal fue que ni ganas nos dieron de probar la comida del hotel.

Personal muy amable, pero al dueño le falta un poco de trato con la clientela e insiste mucho en cobrar en efectivo. Para cenar sólo hay platos combinados a un precio alto.