Hotel El Comendador

Las camas increíbles, el aire acondicionado funcionaba muy bien, el baño superlimpio, el wifi genial, su arquitectura fantástica, su colocación ideal. Estamos muy contentos.

Bueno. Un hotel de un pueblo. Limpio. Y la habitacion bien con una persona muy amable..

La habitación está bien tiene A/A y TV plasma de 22", si te vas a duchar sale un hilito de agua fría y mucha cantidad de caliente, luego no hay servicio de restaurante ni para desayunar y eso que es hotel-restaurante.

Para desayunar te tienes que ir a la churrería que está cerca de la policía local en la plaza donde está el monumento a Fuente-Ovejuna, el chico que regenta el local te atiende de maravilla las tostadas son muy grandes, están de rechupete al menos las tomé con aceite y tomate, la gente del pueblo es muy encantadora y suelen saludar sin conocerte de nada en cualquier momento; los bares son de un aspecto muy antiguos los hace que te tomes una cerveza o vino o lo que te apetezca en un entorno legendario que hace tiempo que no se ve.

Recapitulando el hotel es solo para famosa obra de teatro, para dormir y ducharte con poca gracia.

Por cierto antes de que se me olvide, tienes que hacer la visita guiada por sus ermitas y sus calles, el chico que hace la visita es una persona que te hace vivir lo que cuenta y te hace viajar en el tiempo, creo que no se me queda nada.

Un saludo a todos los que comparten sus historias, sus visitas de las que todos son usuarios y nos lucramos de ellas.

La comida en el restaurante está muy bien elaborada. Con mucho sabor y con opciones interesantes. Bacalao confitado ha sido muy buena elección. Repetiremos. Opciones sin gluten y cocinero muy involucrado con el tema.

Magnífico lugar para conocer ese bonito pueblo y los alrededores.
El hotel está impecable. Las habitaciones de buen tamaño, estupendos colchones y un baño amplio y absolutamente pulcro. Me ha costado 30 euros una habitación doble estupenda.
Absolutamente recomendable y difícilmente superable.

Habitación con hormigas. No nos han dado solución. Dormir dos noches con un reguero de hormigas bastante grande. Que echemos agua.
Situado en el centro del pueblo, con difícil acceso para coches grandes.
Baño sin calefacción pero si lo pides te dejan un calefactor eléctrico. El techo del baño, parcialmente abierto.
170€ dos noches. Las hormigas se cobran a precio de oro.

Pues mira, supongo que sí está así el servicio es por tema COVID,pero la verdad que parece que estás entrando el en castillo del fantasma de canterburi,por lo sombrío que es el lugar,

Lo más curioso de este hotel es que ni en el check in ni en el cheque out hemos sido atendidos por nadie. Para poder acceder al hotel nos enviaron cuando llamamos por teléfono un wa con un código que nos permitió abrir la puerta. En un mostrador nos encontramos la llave de la habitación con un papel con nuestro nombre. No estaba abierto el restaurante ni daban desayunos. La habitación limpia pero la cama necesita un cambio de colchón y somier.