Hotel Villanueva

Pasamos tres días maravillosos, la habitación era amplia, con una gran terraza y se veía el mar de fondo. Un sitio muy tranquilo y acogedor, hasta Pepe, el perro, era un encanto. Desayuno muy rico y todo lo demás también.Volveremos.

Hemos tenido una estancia peculiar. Realmente le hace falta un lavado de cara al lugar para el precio que cobran, la calidad de colchones.... habitaciones muy pequeñas para 3 personas...
por otro lado los apartamentos turísticos
que ofrecen al lado del hotel es un poco bastante cutre... sofás- camas muy deteriorados para dormir dos personas por ejemplo, bastante viejo...y el servicio de limpieza muy mal organizado ...falta de personal y hubo un día que no nos hicieron la habitación...no es excusa para un servicio que estás pagando.. y no se puede estar limpiando habitaciones y haciendo ruidos fuertes después de las 15h cuando quizás quieres descansar en tu habitación..pues imposible dormir porque allí se escucha todo ...

Un hotel tranquilo, las habitaciones impecables, grandes y con todo lo necesario, y sin duda, lo mejor los anfitriones, Ana y Eduardo son encantadores, te ayudan en todo lo que pueden , siempre con una sonrisa y súper cercanos.
El hotel está a 5 minuto de Luanco en una zona súper tranquila en la que puedes descansar sin ruidos por la noche.
El desayuno súper completo y buenísimo.

Sin duda es un hotel súper recomendable!!

Muchas gracias por todo!

En muy pocos sitios me he sentido tan agusto , cómodo y bien como aquí. Seguro que hay mejores hoteles, más cerca de la playa... pero si tienes la oportunidad de disfrutar de este sitio y sus tardes de jazz. No lo dejes pasar.

El trato de todo el personal ha sido
magnífico, el lugar muy acogedor y limpisimo. Los desayunos de 10!!!

Lugar tranquilo y acogedor, muy silencioso para descansar. Cómodo y acogedor, nuestra habitación era muy grande y luminosa con su baño incluido. Limpio y ordenado. Desayuno incluido muy abundante y bueno. Recomendable.

Por el trato, la amabilidad y el buen servicio prestado por todo el personal.
Especialmente el buen ambiente que irradia Ana con su afán de tenernos siempre bien atendidos.
Continuar así, volveremos.

Vinimos toda la familia a pasar un fin de semana, y no será la última vez.
Los dueños muy atentos, serviciales y encantadores. El hotel limpio y no le falta detalle, habitaciones preciosas.
Soy celíaca, y estuvieron atentos en desayuno, sabiendo qué ofrecerme.
Nos sentimos muy cuidados en un hotel con mucho encanto.

Volveremos!!!!